Suárez y Fraga coinciden en que los nacionalistas olvidan los problemas y sólo pelean por el liderazgo

ENVIADO ESPECIALManuel Fraga, presidente de AP, y Adolfo Suárez, presidente del CDS, reprocharon ayer en Guipúzcoa, cada uno por su lado, a los principales dirigentes nacionalistas vascos el que conviertan la campaña electoral que tiene lugar en Euskadi en una pelea de "patio de vecindad", destinada a dirimir el liderazgo del nacionalismo, en vez de proponer alternativas contra el desempleo, la violencia o la drogadicción, entre otros problemas. según ambos, resulta indispensable una colaboración del futuro Gobierno vasco con el Ejecutivo de la nación.

En un desayuno con periodistas, en San Sebastián, Fraga subrayó sus críticas a los nacionalistas al analizar la situación del País Vasco y cuyos más graves problemas -"la equivocidad sobre el destino político del País Vasco, el terrorismo y la inferioridad del -crecimiento económico en relación con el del conjunto de España", a su juicio- están siendo "escamoteados" en la campaña electoral, convirtiendo a ésta en una subasta de demagogias".Mientras el dirigente conservador recorría en San Sebastián varias calles céntricas para repartir publicidad electoral de AP, Suárez hizo otro tanto en Irún, en apoyo del candidato del CDS a lendakari, Jesús María Viana. El presidente del CDS se desmarcó lo más que pudo de AP y atribuyó su negativa a comparecer en coalición con este partido en las elecciones al "carácter profundamente progresista y centrista" del CDS, en contraste con el "carácter profundamente de,derechas" de Fraga.

En sus conversaciones con los medios informativos, Suárez reiteró que el diálogo es el mejor método para resolver los problemas del País Vasco, a la vez que presentaba su gestión como presidente del Gobierno como aval de su propuesta. También manifestó que su partido estaría dispuesto a dar el apoyo a quien garantice la gobernabilidad del País Vasco.

En un coincidente propósito de rentabilizar la experiencia de gobierno, Manuel Fraga llegó a recordar que él fue, durante su mandato como ministro de la Gobernación, "el autor del invento" de la reinserción social de los terroristas. El presidente de AP dijo que no quería mediar en lo que considera una disputa del PNV, "pero cuando se está hablando mal de la madre, España, y del padre, País Vasco, no queda más remedio que intervenir". Aprobó la política de reincorporación de los terroristas a la vida ciudadana y defendió la búsqueda de soluciones imaginativas para acabar con el terrorismo.

A juicio del líder de AP, la policía dependiente del Gobierno autónomo, Ertzantza, "tiene suficientes competencias y lo que debe hacer", dijo, "es ejercerlas, porque en unos casos no ha actuado como en otros". Fraga no quiso generalizar el "hecho" de que las ikastolas puedan servir en ocasiones como caldo de cultivo de sentimientos antiespañoles y afirmó que lo deseable es que no se haga cierta en las escuelas aquella sentencia de Machado de que una de las dos Españas haya de helar el corazón".