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El Estado invertirá 2,09 billones de pesetas en 13 años para modernizar el transporte por ferrocarril

FÉLIX MONTEIRAEl Estado invertirá en los próximos 1,3 años 2,092 billones de pesetas para modernizar el transporte ferroviario, mejorar la calidad y rentabilizar los servicios de Renfe. El ministro de Transportes, Abel Caballero, explicó ayer que el grueso de las inversiones estará realizado antes de 1992, y que ese año habrá trenes circulando a 200 kilómetros por hora. El Plan de Transporte Ferroviario supone, en palabras del ministro, "la inversión ferroviaria más importante del siglo" que pondrá a Renfe "a la altura de los mejores ferrocarriles europeos"

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Mejores servicios, tarifas más caras

.El Plan de Transporte Ferroviario (PTF) supone la elección por parte del Gobierno de la opción modernizadora, de la inversión máxima" que puede soportar el Estado para conseguir "un servicio ferroviario que supondrá una ruptura con el ferrocarril tradicional". Este plan deberá todavía ser aprobado por el Consejo de Ministros, pero el hecho de la presentación de su avance es muestra de "la voluntad política del Gobierno", precisó el ministro de Transportes.El montante total de las inversiones (2,092 billones de pesetas) se desglosa en 693.200 millones de pesetas que invertirán Transportes y otras instituciones para mejorar la infraestructura, y 1,339 billones que corresponden a Renfe, destinados a mejorar y reponer vías y trenes, racionalizar y mejorar los servicios. La compañía gestionará el montante total, sujeta a los contratos-programas cuatrienales que firmará con el Estado.

A la altura de los mejores

El plan ferroviario se convierte en el eje de la política global del transporte (ley de Ordenación de Transportes Terrestres, Plan de Flota, ya aprobado, y Plan de Aeropuertos) y su propósito es poner al ferrocarril a la "altura de los mejores países europeos". Los medios elegidos: dotar de infraestructura y material móvil modernos para un ferrocarril de "alta velocidad y alta calidad". Y las prioridades, a las que no son ajenas las coincidencias en 1992 de los Juegos Olímpicos en Barcelona y la Expo-92 en Sevilla, harán que ese año parte de los trenes circule a 200 por hora, con una mejora en el servicio más que evidente.

Los objetivos son reforzar los tráficos con elevada demanda, que, por ello, se pueden convertir en rentables con tarifas más altas. Para el año 2000, las previsiones son que el tráfico de viajeros en largos recorridos habrá aumentado un 74%, el transporte de mercancías un 59,5% y los servicios de cercanías un 40%. El incremento medio será del 60%.

Las inversiones van destinadas a mejorar los servicios diurnos entre ciudades, donde el objetivo es lograr un tiempo de viaje un 25% inferior a la carretera. En distancias medias, esta competencia se puede extender al avión si se contabilizan los tiempos muertos de espera y de trans-porte hasta la terminal. En los trenes nocturnos de largo recorrido el acento se pondrá en la oferta de plazas acostadas. La mejora de los servicios de cercanías obedece a criterios de servi cio social. En mercancías, las preferencias serán atender los transportes de grandes masas de productos y los flujos regulares. Para el resto, se prevén mejoras, pero no prioridades.

Otra de las decisiones sobre el futuro del, ferrocarril es que ha sido rechazada definitivamente la posibilidud de adecuarse al menor ancho de vía europeo. Para paliar esta deficiencia y acercarse a la vez a Europa, se ampliarán las estaciones de cambios de ejes y las conexiones con los puertos de mar.

Las inversiones van destinadas a modernizar el triángulo Madrid-Barceloría-Valencia con nuevo material, instalaciones de doble vía y otras mejoras. La velocidad en estos trayectos será de 200 kilómetros por hora, que se traducirán en ahorros de tiempo sobre la duración actual de 72 minutos entre Madrid y Barcelona, algo más de media hora entre Madrid y Valencia, y 48 minutos entre Barcelona y Valencia.

Adiós a Despeñaperros

Pero la obra más importante será el nuevo trayecto de Brazatortas-Córdoba, que permitirá mejorar los enlaces con toda Andalucía, salvo Almería. Esta variante sur, en la que se invertirán 75.000 millones de pesetas, contará con 107 kilómetros de trazado apto para velocidades de 250 kilómetros a la hora y permitirá evitar el estrangulamiento casi insalvable de Despeñaperros. Los ahorros serán de tres horas y nueve rninutos entre Madrid y Sevilla, y dos horas 42 minutos entre Madrid y Córdoba.

El acceso norte-noroeste, o variante Guadarrama, absorberá 4 5.400 millones en un nuevo tram , que unirá aproximadamente Víllalba con Medina del Campo. El proyecto está por perfilar, pero el trazado permitirá 200 o 250 kilómetros a la hora. Esto, más la cz)nstrucción de doble vía en el tramo León-Monforte, por ejemplo, reducirán el trayecto Madrid-Vigo a seis horas, dos horas y veinte minutos menos que ahora. Este nuevo acceso y la variante Bilbao-Vitoria, que sortea el paso de Orduña, ayudarán a gariar dos horas y cinco minutos eritre Madrid y Bilbao.

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