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Fuerte tirón de las bolsas tras conocerse la inflación de octubre

Los mercados bursátiles españoles registraron ayer un fuerte tirón alcista tras conocerse el índice de precios al consumo (IPC) en el pasado mes de octubre. El índice general de la Bolsa de Madrid ganó 6,32 puntos (para situarse en 178,51), mientras que el de Bilbao subió 8,31 (212,79); el de Barcelona, 8,19 (192,22), y el de Valencia, 6,99 (176,91).Casi todos los expertos bursátiles consideran que el frenazo en la subida de los precios es el responsable del nuevo talante inversor, que en las últimas jornadas había descontado hasta un incremento cercano al 1% en el IPC de octubre.

En el mercado madrileño, que controla cerca del 85% de la contratación nacional, los operadores tuvieron que prorratear la adjudicación de títulos de algunos valores muy significativos ante el exceso de demanda. Al cierre aún quedaba bastante dinero a la expectativa, en espera de que los tenedores del papel se decidan a desprenderse de él.

Las prisas por vender que han presenciado los parqués españoles durante estos días, al mismo tiempo, habían abaratado quizá en exceso algunos valores. La mayoría de las instituciones estaban preparadas para entrar nuevamente en el mercado con dinero fresco. La Bolsa de Madrid, por ejemplo, ya había remontado la apatía anterior en la sesión del martes, con una ganancia de 89 centésimas.

La posibilidad de terminar el año con una inflación en torno al 9,3%, semejante a la actual tasa interanual -aunque ello suponga el abandono de los objetivos gubernamentales del 8%-, aleja momentáneamente el peligro de que, en el mejor de los casos, se detenga la deseada rebaja de los tipos de interés.

La influencia de los tipos

Pero es que incluso el fracaso cosechado en la lucha contra la inflación durante los dos meses anteriores había levantado serios temores sobre una posible elevación del precio del dinero. La subida de los tipos de interés siempre repercute negativamente en el mercado bursátil, puesto que en ese caso los inversores abandonan los riesgos de la renta variable y retornan hacia otros mercados más tranquilos y bien retribuidos.

Precisamente en estos días, la bolsa registra una verdadera invasión de emisiones de renta fija, que se calcula en torno a los 500.000 millones de pesetas en este último trimestre del año, lo que siempre representa una fuerte competencia para el mercado de las acciones.

Los analistas bursátiles, en cualquier caso, se muestran relativamente tranquilos ante la marcha de los precios de aquí a final de año, habida cuenta de que en los dos últimos meses de 1986 deben contabilizar a la baja las últimas medidas adoptadas por el Gobierno respecto al descenso del precio de las gasolinas y otros combustibles.

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