El Gobierno regional construirá 102 viviendas experimentales en Móstoles

Un proyecto experimental de 102 viviendas unifamiliares que, de cuajar, podría servir de pauta futura para las viviendas de promoción oficial, figura dentro del conjunto de inversiones previstas por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) para el próximo año. La reducción de un mínimo del 20% en los costes ha sido el criterio básico que ha regido el diseño de estas viviendas, que se construirán en el polígono Los Rosales, al noroeste de Móstoles.

Este plan piloto ensayará tres proyectos de reducción de costes. Un tercio de las viviendas se construirán con nuevos materiales, otro se hará pensando en el ahorro energético y un último se entregará inacabado con el fin de que los propietarios los vayan completando según sus necesidades. "Se trata de saber lo que puede costar la vivienda en cada caso", según Luis Miquel, director del servicio de promoción privada del Ivima. "Es un plan a largo plazo, cuyo objetivo es abaratar costes".

Las construcciones, de dos pisos y un total de 80 metros cuadrados útiles, se destinarán especialmente a parejas jóvenes, porque se las considera más receptivas al seguimiento que el Ivima quiere hacer de cada proyecto, cuyos resultados sólo podrán conocerse en la práctica y con la colaboración de los propietarios. El coste previsto por vivienda puede rondar los 3, 5 millones de pesetas.

El proyecto prevé experimentar tres tipos de reducción de costes en bloques de 30 viviendas. El más novedoso es la vivienda inacabada, hasta ahora ensayado con poco éxito en Holanda. En este caso el objetivo es el bajo coste de adquisición. La vivienda se entrega con la segunda planta vacía, para que los propietarios la vayan terminando según sus necesidades. Se puede incluso cambiar tabiques o parte del cuarto de baño del piso inferior, que puede sufrir también una nueva redistribución.

Para otro tercio de viviendas, la filosofía es el bajo coste de construcción, para lo cual se ensayará con materiales y sistemas nuevos, como paneles ultraligeros, aislantes y tabiques de cartón yeso. Su rapidez de construcción también podría abaratar los costes. En este caso, aparte de conocer la reducción de gasto, Luis Miguel apunta como objetivo "salir fuera de la rutina constructiva de la promoción pública".

Por último, otra tercera parte buscaría el bajo coste de mantenimiento a través del ahorro de energía. Este grupo de viviendas tendrían un diseño especial para aprovechar la energía pasiva del sol: más aislamiento al Sur, al que estarán orientadas, con marquesinas para evitar el excesivo calor del verano, fachada norte más pequeña, sistema de ventilación, etcétera.

Además, tendrán conectores solares que, apoyados por otros sistemas, pueden producir de 100 a 150 litros de agua caliente al día.

Estas viviendas, junto con las 2.000 que se construirán en el polígono Los Rosales, podrán disponer, si fragua la idea, de un novedoso sistema de recogida neumática de basuras, a través del cual los desechos depositados en distintos buzones son transportados por absorción hacia una estación compactadora que los deja listos para la recogida.

El proyecto, previsto para estar concluido en año y me dio, es la primera experiencia de este tipo que se realiza en la Comunidad de Madrid, "pero", recuerda Luis Miquel, el problema inmediato del Gobierno regional es facilitar vivienda a las 20.000 familias madrileñas necesitadas.