Las multinacionales podrán abrir gasolineras en España desde principios del próximo año

GUSTAVO MATIAS Las grandes multinacionales del petróleo -Shell, Esso, Total, British Petroleum, Fina y Mohil- podrán abrir y abanderar gasolineras en España desde principios del próximo año. España acaba de comunicar a la Comunidad Europea (CE) que acepta negociar las formas de acelerar la desmonopolización de Campsa. Este asunto había sido objeto de presiones ante Bruselas por parte de los interesados en penetrar en el mercado español. Los futuros operadores extranjeros podrán vender en 1987 casi 1.000 millones de litros de carburantes. Previamente, será liberalizada la apertura de gasolineras, hasta ahora concedidas por concurso público.

El ministro de Industria y Energía, Luis Carlos Croissier, ha comunicado esta semana por escrito al director general de Competencia de la Comunidad Europea, Peter Sutherland, que el Gobierno español está dispuesto a acelerar el desmantelamiento efectivo del monopolio comercial de Campsa, según se ha sabido en fuentes de la Administración.La respuesta de Croissier a la carta que le envió Sutherland a mediados de julio pasado para solicitar información sobre el proceso jurídico de la desmonopolización de Campsa fue detenidamente estudiada y autorizada por el equipo económico del Gobierno en la última sesión de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, sin que los portavoces oficiales informaran del asunto.

Las conversaciones sobre este asunto entre España y la CE quedarán abiertas formalmente el próximo día 24. Para ese día han quedado citados en Madrid el ministro español de Industria y Energía y el director general de la Competencia dentro de la Comunidad. Previamente, los presidentes de las cinco empresas refinadoras españolas que han pactado con Campsa la reordenación de la actividad de distribución -EMP, Cepsa, Petromed, Petronor y ERT- mantendrán dos reuniones la próxima semana con los responsables de Industria y Energía al objeto de cambiar impresiones sobre los eventuales acuerdos con la CE.

Estos seis presidentes, entre quienes circula la opinión de que el Gobierno español no debería ir tan deprisa en el proceso de desmantelamiento del monopolio comercial, se reunieron un fin de semana a finales de agosto en La Manga del mar Menor (Murcia) para trazar una nueva estrategia de defensa de sus intereses frente a la competencia comunitaria. Poco después, el Gobierno solicitó verbalmente tiempo para responder a la carta de Sutherland, mientras que en medios del sector energético se extendían los rumores sobre las presiones de las mutinacionales ante la CE para que urgiera una solución ante Madrid.

Cesiones y contrapartidas

En su carta de respuesta a Sutherland, Croissier expone el deseo gubernamental español de que cualquier cesión tenga sus contrapartidas. Dentro de este marco, expresa la disposición de acelerar el acceso al comercio al por menor -la venta de gasolinas y gasóleos de automoción- por parte de los operadores que tengan el estatuto correspondiente, al menos las multinacionales Shell, Esso, Total, British Petroleum, Fina y Mobil.

A cambio de acelerar una desmonopolización que quizá podría retrasarse al amparo del tratado con la CE hasta 1992, fecha a partir de la cual deberá haber libertad total de establecimiento, el Gobierno español defenderá que los citados operadores multinacionales no puedan llegar a acuerdos de distribución con las cerca de 4.300 gasolineras ya en funcionamiento (3.700 estaciones y 600 surtidores). Sus posibilidades se limitarían a los nuevos puestos de venta, hasta ahora sacados por concurso público, como las loterías. En ellos podrán distribuir los contingentes negociados, que para 1987 rondarán los 1.000 millones de litros; en concreto, 280.000 toneladas de gasolinas, 230.000 de gasóleos y 424.000 de fueles. Así, ya en el primer año podrán vender cerca del 5% del consumo total de dichos productos, situado en poco más de 21 millones de toneladas.

La apertura de gasolineras será liberalizada precisamente desde el 1 de enero próximo o, a lo más tardar, durante el primer trimestre, según fuentes de la Administración. Desde entonces, y en virtud de un proyecto de reglamento que será sometido a la consideración de Sutherland, cualquier persona o empresa podrá abrir una gasolinera -el abanderamiento se reservará a los operadores-, siempre que respete las nuevas normas sobre distancias mínimas (ahora 500 metros en las grandes ciudades y de tres a 10 kilómetros en la mayoría de la red de carreteras).

Esta próxima proliferación de gasolineras será aprovechada por Campsa para ampliar su actual red propia, según fuentes de la empresa.