lzquierda Unida rechaza la victoria del APRA en Lima

Izquierda Unida (IU) no acepta la victoria que se atribuye la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) en las elecciones para la alcaldía de Lima, celebradas el pasado domingo, y acusa de fraude al partido del Gobierno en Perú. Las encuestas realizadas por los periódicos y las cadenas de televisión, que suelen ser fiables, dan una ventaja de alrededor del 2% de los votos al candidato aprista en la capital, Jorge del Castillo, sobre el actual alcalde y candidato de Izquierda Unida, Alfonso Barrantes.

La situación amenaza con desembocar en la mayor crisis interna que sufre Perú en los 16 meses de Gobierno del presidente Alan García.Barrantes ha anunciado que esperará hasta el final del recuento oficial, que empezó ayer y está previsto que dure 15 días, para reconocer la victoria de Del Castillo. Añadió que, aun en el caso de que esa victoria sea confirmada oficialmente, no reconocerá la legitimidad del vencedor, ya que considera que éste ha sido aupado a la alcaldía por la intervención del presidente García.

Alfonso Barrantes calificó el triunfo del APRA en Lima, caso de producirse, de "victoria bastarda", y anticipó que no tomará parte en la entrega oficial del poder a Del Castillo. Como muestra del ambiente creado, el diario que habitualmente recoge los puntos de vista de Izquierda Unida, La Voz, titulaba ayer en primera página: "Alan García, nuevo alcalde de Lima".

Votos bajo custodia

Varios dirigentes de IU, la segunda fuerza política del país, han hecho público su temor de que el APRA haya manipulado los resultados en la capital. Como medida de garantía, Izquierda Unida había solicitado el levantamiento del toque de queda en la noche del domingo con el fin de permitir que representantes de cada partido pudiesen permanecer toda la noche junto a las urnas, pero esta petición fue rechazada y los votos quedaron durante las cuatro horas del toque de queda bajo custodia de las Fuerzas Armadas.

El tercer candidato en liza por la alcaldía de Lima, Luis Bedoya, del Partido Popular Cristiano, ha acusado a Alan García de actuar en estas elecciones con "nocturnidad, alevosía y ventaja", y ha prometido luchar con todas sus fuerzas contra "el totalitarismo aprista".

La oposición ha denunciado como fraudulenta no sólp la intervención de Alan García a favor del candidato aprista en el último día de campaña electoral, sino también la publicación durante la jornada de reflexión del sábado de encuestas que favorecían al APRA, la publicidad dada durante el sábado y el domingo al proyecto de tren eléctrico para Lima, en el que se ha basado la campaña del APRA, y las continuas apariciones en televisión del presidente García.

Menos discutible ha sido la victoria del APRA a nivel nacional y en las ciudades más significativas, como Puno, Cuzco o Trujillo. En Ayacucho, donde no hubo incidentes de gravedad durante la jornada, el candidato de Izquierda Unida obtuvo más del 50% de los votos.

Estas elecciones municipales han reforzado la hegemonía del APRA y de Alan García, pero puede que por ello el presidente y su partido hayan tenido que pagar un precio muy alto. Pese a que el APRA ha hecho en los últimos años esfuerzos constantes para convencer a los peruanos de su vocación democrática y superar 60 años de historia en los que el partido ha sufrido numerosos bandazos ideológicos, las elecciones han resucitado el fantasma de un APRA con instinto de concentración del poder. Algunos comentaristas se han referido a la fecha del domingo como la del verdadero inicio del peronismo peruano.