Escasa actividad bursátil, con goteos a la baja
Los mercados de valores han dado como buenos los pronósticos que se refieren a la conclusión anticipada del ejercicio mediante una sesión en la que la única nota destacada es la absoluta falta de ideas y de expectativas. El estancamiento de las cotizaciones ha rivalizado tan sólo con los goteos a la baja, fuertes en algunos casos, situación que es una consecuencia lógica de la ausencia de uno de los elementos fundamentales del mercado: el dinero. El descenso que ha experimentado el volumen del negocio ha sido muy fuerte en estas últimas sesiones, aunque, de seguir así, el descenso de la actividad se mantendrá y la contratación tocará fondo en unos niveles sensiblemente inferiores a los actuales.Las medidas adoptadas por las autoridades económicas para tratar de contener la inflación no han tenido respuesta alguna en los mercados, por lo que hay que suponer que el barómetro de la economía ya ha dicho su última palabra en materia de inflación y de precios al consumo. Buena prueba de que se ha llegado a estas conclusiones es que la mayoría de los operadores se muestra más dispuesta a hablar del ejercicio próximo que del presente, aunque esto no quiere decir que no se siga el acontecer bursátil día a día.
La expectación que debería despertar la publicación del índice de precios al consumo de octubre brilla por su ausencia, limitándose a cierta actitud curiosa, por lo que un resultado positivo -es decir, una evolución discreta de los precios- sería una auténtica sorpresa en el parqué. La sesión contaba con un par de ampliaciones de capital y tres dividendos para no resultar del todo aburrida, pero estas operaciones se perdieron en medio de la apatía general y pasaron prácticamente inadvertidas. Uno de los desdobles más esperados, el de Sevillana, salió por debajo del precio teórico, y ni siquiera las acciones viejas han conseguido recuperar las tres pesetas a que se pagaron los derechos de suscripción como precio de cierre.
Algo mejor le fue al Banco de Valencia, que recuperó 23 enteros, mientras que los dividendos abonados corrieron distintas suertes, recuperando Fomento de Obras 1,92 enteros y cediendo Ebro 20 enteros, además de descontar íntegro el dividendo. Petromed, por su parte, descontó completo el pago efectuado a los accionistas.
El sector bancario mejoró sensiblemente su nivel de negocio, al tiempo que papel y dinero mostraban una fuerte tendencia al equilibrio. Sin embargo, las cotizaciones se han dejado arrastrar otra vez con más fuerza por el dinero que por el papel, lo que permite al grupo ganar casi un punto y mantenerse con holgura por encima del 200%, situación que comparte en exclusiva con el sector de construcción, que, pese a las bajas de las últimas sesiones, conserva aún el primer lugar. Los valores eléctricos han disfrutado de un cómodo equilibrio, mientras que los demás grupos acusaron con más o menos fuerza la presión ambiental. En resumen, ha sido una jornada de las que animan más a vender que a adoptar posiciones de riesgo.
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