El homicida de la esposa de Trías de Bes, condenado a 27 años de prisión

La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Barcelona ha condenado a 27 años de prisión a Victorio Gómez Arevalillo como autor de los homicidios de Carmen Mayordomo y de Consol Maqueda, esposa del diputado de Minoría Catalana Josep Maria Trias de Bes. El tribunal ha fijado las penas de 11 años por cada uno de los homicidios y cinco por el homicidio frustrado de Nuria Fitó. En la sentencia también se impone el pago de 7.000.000 de pesetas como indemnización para los familiares de cada una de las fallecidas y de 1.500.000 para Nuria Fitó por las secuelas de las heridas sufridas.

Los hechos, que fueron juzgados por la Audiencia de Barcelona el pasado 27 de octubre, ocurrieron en julio de 1984, cuando Gómez Arevalillo apuñaló a sus tres compañeras del despacho de la Agrupación Local Sindical de Trabajores a Domicilio de la Confección de Barcelona. El ahora condenado mantenía, desde hacía años, litigios con Consol Maqueda para mejorar su situación laboral. El día de los crímenes el procesado se negó a firmar las hojas de salario reclamando un aumento de sueldo.

El tribunal ha estimado la acusación de homicidio y no la de asesinato, calificación sostenida por el ministerio fiscal y las acusaciones particulares, por entender que Gómez Arevalillo no actuó con premeditación y alevosia.

De acuerdo con la sentencia, la agresión se produjo de forma "instantánea e imprevista" al iniciarse la discusión, y no obedeció a "una meditación reflexiva y persistente", circunstancias que caracterizan la premeditación. Del mismo modo, el tribunal subraya en el fallo que la compra de la navaja utilizada en el crimen dos días antes de los hechos no es suficiente prueba para hablar de premeditación. Por el contrario, la sala ha aplicado la circunstancia atenuante de arrepentimiento espontáneo.

Enajenación mental

La sala ha estimado la circunstancia atenuante analógica de enajenación mental, aunque matiza que no se ha encontrado en el procesado bases para "apreciar una honda perturbación mental y una disminución profunda de sus facultades intelectivas y volitivas". Gómez Arevalillo es un psicópata epileptoide, con importantes rasgos depresivos e hipocondríacos y con transtornos de personalidad, según aprecia el tribunal tras el estudio de los exámenes médicos.De acuerdo con el fallo, este tipo de personalidad, junto con "una fuerte carga emotiva, derivada de su obsesión por las reivindicaciones laborales" provocaron el desarrollo de una conducta agresiva e impulsiva.