Vicepresidentes de AP culpan a Fraga de la crisis
Dirigentes de Alianza Popular en Madrid culparon ayer al presidente nacional del partido, Manuel Fraga, de la crisis surgida en Galicia: "Fue Fraga quien permitió que José Luis Barreiro acumulase cada vez más poder, y luego ya no fue posible dar marcha atrás; todos, excepto Fraga, intuían lo que iba a ocurrir", comentó ayer uno de los vicepresidentes de AP. La crisis de la Xunta gallega "acelerará los planes de reestructuración de todo el espacio de la derecha política", según otro vicepresidente de Alianza Popular.Ayer era perceptible la consternación creada en la sede central de AP ante las noticias que llegaban de Galicia. Mientras, Manuel Fraga permanecía durante toda la jornada en contacto con Santiago de Compostela y preparando la reunión extraordinaria del comité ejecutivo del partido, que tendrá lugar el próximo lunes.
La crisis gallega se suma a una ya larga cadena de acontecimientos que cooperan a la inestabilidad de AP, desde el abandono del partido del ex secretario general, Jorge Verstrynge, ocurrido a comienzos de octubre, hasta los rumores sobre un próximo abandono de su puesto como portavoz del Grupo Popular en el Congreso del vicepresidente segundo aliancista, Miguel Herrero de Miñón.
Así, la "buena noticia" que significó para AP la crisis surgida en la Comunidad de Castilla y León, con la dimisión del presidente de la Junta autonómica, el socialista Demetrio Madrid, se ha visto aguada con lo ocurrido en la Xunta gallega. Fraga tiene puestas "grandes esperanzas" en las posibilidades de recuperación de la derecha a partir de una victoria de su candidato, José María Aznar, en las elecciones castellano-leonesas de junio.
Sin embargo, los propios dirigentes de AP admiten que resulta improbable la consecución de cualquier acuerdo sin una "reestructuración a fondo" de AP, lo cual equivale, según dijo un vicepresidente del partido, a "modificar la situación de Fraga en el partido, cambiar sus esquemas personalistas y, desde luego, acabar con el poder de la guardia pretoriana" que rodea al líder conservador. De este entorno surgió, según este vicepresidente, la noticia de que el comisario europeo Abel Matutes -que en los días pasados mantuvo dos entrevistas con Fraga- será el próximo líder de AP "a medio plazo".
Matutes se mostró ayer en Barcelona partidario de modificar los estatutos internos del partido para "poder liberar a Manuel Fraga del desgaste y el trabajo cotidiano que comporta la gestión diaria del partido". "Ésta es una posibilidad sobre la que se ha especulado últimamente, y creo que no sería malo, porque dejaría a Manuel Fraga más tiempo para reflexionar sobre los grandes problemas del país". Reiteró su opinión favorable a que AP celebre un congreso extraordinario, "pero ello no quiere decir que haya de celebrarse inmediatamente". No descartó la posibilidad de abandonar su cargo de comisario europeo para regresar al partido, aunque dijo que sólo "si estuviera en peligro la subsistencia de AP".
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