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El Gobierno aplaza la rebaja de los combustibles industriales

El acuerdo alcanzado entre los ministerios de Economía y Hacienda e Industria y Energía para rebajar los precios de los combustibles industriales no fue ratificado ayer por el Gobierno. En el Ejecutivo hay discrepancias sobre la posibilidad de acompañar dicha medida con la reducción del gasóleo agrícola, según fuentes de la Administración.

Mientras se celebraba ayer el Consejo de Ministros, fuentes oficiales de La Moncloa y del Ministerio de Industria y Energía aseguraban que el Ejecutivo no iba a tratar sobre los precios de los carburantes, versión mantenida después por el portavoz del Gobierno, Javier Solana. Ya el jueves por la noche, la oficina del portavoz eludió en su nota oficial el hacer referencia al asunto.

Sin embargo, fuentes de toda solvencia han reiterado que el jueves por la tarde los ministerios de los que debe partir la propuesta de rebajar los precios de los carburantes industriales llevaron su acuerdo a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos. Sólo faltaba que el Gobierno decidiera la cuantía exacta, para la que habían formulado el objetivo, de alcanzar niveles medios europeos desde esta misma semana.

Oposición de Solchaga

La explicación de estas últimas fuentes sobre el aplazamiento de la rebaja ha sido que en el seno del Gobierno hay discrepancias sobre la conveniencia de acompañarla al menos con la reducción de los precios del gasóleo agrícola. Ésta ha sido propuesta por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, cuya oficina de Prensa sorteó ayer cualquier intento de confirmar la iniciativa y la oposición del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.Las diferencias entre Solchaga y Romero se extienden al análisis sobre las causas del rebrote iniciado en junio por los precios al consumo, sobre todo los de alimentación, así como a las medidas necesarias para moderar el indicador oficial de la inflación en los próximos meses.

La rebaja de los precios del gasoil ya fue desgajada de la primera reducción general de carburantes, en noviembre último. Después, el fisco ha vinculado las subvenciones al cumplimiento de las obligaciones fiscales. En la segunda tacada, el gasóleo agrícola sólo bajó de 50 a 48 pesetas. Por último, cuando los carburantes industriales se abarataron el 25% en agosto, el gasóleo agrícola mantuvo su precio.

En declaraciones a la agencia Europa Press, el secretario general de Energía, Fernando Maravall, confirmó ayer que la política de industria es hacer una estructura de precios alineados con los europeos, reducciendo el diferencial con "el gasóleo y el fuel-oil industrial". Al referirse a las gasolinas, dijo que la rebaja "se debería a objetivos económicos o recaudatorios", no de política energética.

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