Mesía mantenía contactos con un jefe de grupo de los servicios de información

Jaime Mesía Figueroa, actualmente procesado por su presunta implicación en el superatraco a una sucursal en Madrid del Banco Español de Crédito (Banesto), mantuvo frecuentes contactos con Carlos Cabrerizo, que fue jefe de un grupo de la Brigada Central de Información y presidente de la Asociación Profesional de Funcionarios del Cuerpo Superior de Policía. Asimismo, Jaime Mesía Figueroa recibía llamadas de Emilio Ballesteros, jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid hasta que saltó el escándalo de la supuesta red de corrupción policial, según consta en las declaraciones judiciales de María del Carmen Ceñal Asensi, que fue secretaria del aristócrata procesado.

La secretaria de Mesía Figueroa declaró el pasado día 22 al juez Luis Lerga -titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid, que investiga el caso Banesto- que empezó a trabajar con el ahora procesado en diciembre de 1980, en un despacho de la calle de Sor Ángela de la Cruz. El 26 de septiembre anterior -relató Carmen Ceñal-, Jaime Mesía le presentó a los hermanos José Luis y Francisco López Arenas -sobre los que Lerga ordenó recientemente una investigación-. El primero de ellos ha sido colaborador de la policía, y el segundo le fue presentado por Mesía como guardia civil, según Ceñal.Ceñal aseguró en la declaración al juez que en aquella ocasión se hallaba "en una mesa próxima de la cafetería [del hotel Eurobuilding] don Carlos Cabrerizo, jefe de la Brigada Central de Información [sic], que era apodado por ellos como Charlie, que se encontraba reunido con Mesía". El comisario Cabrerizo no era jefe de la brigada, pero sí jefe del grupo de la Brigada Central de Información que investigaba a la extrema derecha en 1980. Fuentes policiales consultadas ayer confirmaron la existencia de estos contactos entre Mesía y este importante funcionario de los servicios de información.

Entre los policías que acudían al despacho de Mesía o le llamaban se encuentran, siempre según la versión de Ceñal, Victoria no Gutiérrez Lobo -procesado en el caso El Nani y presunto implicado en el atraco al Banesto- y la totalidad de su grupo; el subcomisario Tomás Calleja y los funcionarios de su grupo; el inspector Jesús Nieto y el comisario Emilio Ballesteros, jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial, algunos de cuyos miembros se encuentran procesados por el caso El Nani y presuntamente implicados en el atraco al Banesto.

Tentativas de atraco

María del Carmen Ceñal aseguró al juez Luis Lerga que desde el despacho en el que trabajaba se planificaron dos tentativas de atracos ajoyerías de Madrid. Se gún la secretaria, el modo de actuar de Mesía consistía en idear los atracos y luego ponerse en contacto con la policía. Añadió que Mesía cometió varias estafas a bancos de México, "queriendo introducirse en el tráfico de armas a España desde ese país".La secretaria de Mesía añade que cuando conoció a éste y a los hermanos López Arenas, el 26 de septiembre de 1980, "dos días antes se había producido un atraco con víctimas" en una sucursal del Banco de Bilbao de la avenida del Mediterráneo, "hecho del cual hablaban constantemente aquéllos, en el sentido de que conocían que se iba a perpetrar y que entregaron a la policía a los autores". En aquel atraco murieron a consecuencia de los disparos de los policías los delincuentes Manuel Asperilla y José Galán. Al año de estos sucesos, Mesía invitó a cenar a Ceñal -según las declaraciones de esta última-, comentándole que habría una tarta "con dos velitas", en alusión a las dos víctimas. A aquella cena acudieron, según Ceñal, el inspector Victoriano Gutiérrez y los comisarios Carlos Cabrerizo y Emilio Ballesteros.

La Jefatura de la Brigada Central de Policía Judicial ha remitido al juez Lerga un informe en el que se señala que Mesía Figueroa era colaborador de la policía. En concreto, el informe indica que "con motivo de una investigación llevada a cabo en fecha de 20 de febrero de 1986 en Santa Cruz de Tenerife por los inspectores Gutiérrez Lobo y Martínez García [este último también se encuentra presuntamente implicado en el caso Banesto] colaboró con los mismos facilitando informes reservados para tratar de recuperar un botín importante de joyas".