Barrionuevo asegura que le habría gustado ser relevado

"Mi deseo hubiera sido que los cambios también me alcanzaran a mí"; con estas palabras, el ministro del Interior, José Barrionuevo, realizó ayer su presentación a la Prensa de los cambios en los altos cargos de su departamento, operados en el Consejo de Ministros del pasado viernes, y que ayer tomaron posesión. Barrionuevo, que afirmó que nunca presentó su dimisión del cargo, confirmó que será un paisano -con toda probabilidad, el gobernador civil de Navarra, Luis Roldán, que ayer asistió a la toma de posesión de sus compañeros- el nuevo director general de la Guardia Civil, y aseguró que los estados de opinión en este cuerpo son "bastante favorables" a este nuevo rumbo, que el Gobierno juzgó "preferible" a la permanencia de un militar.

Gran número de altos cargos del Ministerio de Justicia, comenzando por el titular del departamento, Fernando Ledesma, y del Poder Judicial, además del fiscal general del Estado, Javier Moscoso, asistieron ayer a la toma de posesión de Rafael Vera como secretario de Estado de Seguridad; de José. Luis Martín Palacín, como subsecretario; de Ana María de Vicente-Tutor, como delegada del Gobierno de Madrid; de José María Rodríguez Colorado, como director general de la Policía; de David León' como director general de Tráfico; y de Manuel Peláez, como gobernador civil de Burgos.La presencia de representantes del Poder Judicial trataba de subrayar el "nuevo clima" que se trata de crear entre Interior y Justicia, según comunicaron los dos sectores a EL PAÍS. Barrionuevo confirmó que representantes del Ministerio de Justicia intervendrán en las próximas conversaciones entre policía y jueces, aunque no precisó a qué niveles ni cuándo se celebrarán los encuentros (que también podrán realizarse en un ámbito local).

Aprovechó la toma de posesión de los nuevos cargos, cuya aceptación consideró "un acto de militancia democrática, de militancia socialista" para pedir la asistencia de las fuerzas políticas y sociales en la lucha contra el terrorismo. Elogió a los "valientes", especialmente al teniente general Sáenz de Santa María, cuya permanencia una semana más al frente de la Guardia Civil se debe, dijo, a una "consideración especial", para que el día 30 asista a la reunión del Consejo Superior del Ejército.

El ministro admitió que el relevo de los altos. cargos -"proyectado mucho antes de que se produjera, la pasada semana, la nota" de los jueces de instrucción madrileños criticando a la policía- fue "fruto de varios despachos con el presidente González, aunque la responsabilidad corresponda a este ininisterio".

Barrionuevo consideró que los nombramientos dé personas ajenas a la policía y a la Guardia Civil al frente de estos cuer pos es " muy importante". "Son personas de una gran cualificación política", dijo, añadiendo que próximamente se presentarán "nuevos proyectos" que concreten las "nuevas ideas" que representan las nuevas personas.

Los relevos consumados ayer y el que se producirá el viernes no tienen relación, dijo Barrionuevo, con la destitución del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general Andrés Cassinello, a quien también elogió: "La democracia le debe bastante", dijo. "Cassinello no debe ser apartado para siempre de puestos de responsabilidad".

Se mostró especialmente hermético al ser preguntado sobre eventuales sustituciones en los terceros escalones del ministerio, como, podría ser el caso de los comisarios jefes. "Ésas son iniciativas que corresponden a los nuevos cargos, y que tendrán que consultar conmigo", dijo Barrionuevo. Respecto al caso concreto del discutido comisario general de Información, Jesús Martínez Torres -el único comisario general presente ayer en el acto-, Barrionuevo dijo que le considera "un buen policía". Fuentes de Interior señalaron que por ahora no hay intención de hacer cambios en los terceros escalones.