Afirma Teodomiro Varela
en esta misma sección el viernes 17 de octubre, que "muchos lectores preferiríamos no encontrarnos con determinadas informaciones y sí con un periodismo más formativo", en relación con el llamado hombre de la loto. Pues bien., respecto al primer punto cabe decir que toda persona tiene la libertad de abrir un periódico y decidir qué es lo que te interesa leer, si alguna de sus noticias altera o puede alterar su estado de ánimo. Queda muy atrás en el tiempo la censura periodís-Pasa a la página 12Viene de la página 11
tica sin las suficientes justificaciones, sólo con el fin de preservar el anonimato de una única persona en detrimento de los deseos de conocer del público de a pie. De acuerdo -bien cierto es-, probablemente el hombre de la loto se ha visto obligado a permanecer ojo avizor ante posibles secuestros, pero éste es uno de los grandes tributos que exige el poseer tal cantidad de dinero.
Recordemos además que el periodismo tiene tres obligaciones para con los lectores: formar, informar y entretener; y señalemos las connotaciones que lleva consigo obtener una prirnicia informativa de esta índole. Desde luego, y sin lugar a dudas, el susodicho reportaje cumplle la n-úsión de informar, de entretener y de formar. Sí, de formar, porque todos los lectores, gracias a este artículo, nos hemos dado cuenta de que recibir de pronto 524 millones no es ninguna perita en dulce.
En cuanto al apartado ético, desde mi ignorancia legislativa me atrevo a afirmar que el buen nombre y la imagen pública del hombre de la loto no ha sufrido menoscabo alguno. Al igual que considero lógica la actitud del jubilado millonario, considero muy profesional y de todo punto evidente la preocupación de los periodistas de EL PAÍS por llevar hasta todos sus lectores esta primicia periodística.- Pablo García Molina.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.