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Los antiguos socios del Club de Campo estudian la construcción de un recinto privado

La Real Sociedad Hípica Española Club de Campo presentó ayer a sus socios dos proyectos para construir un nuevo recinto deportivo de carácter privado. En 1984, la Sociedad Hípica y el Ayuntamiento acordaron formar la empresa mixta Club de Campo Villa de Madrid, lo que suponía la apertura al público de 110 hectáreas de equipamientos deportivos. El club era hasta entonces privado para los 18.000 abonados de la Sociedad Hípica. Los terrenos fueron cedidos por el Ayuntamiento a esa entidad. Ayer, los socios prefirieron la zona de Valdelamasa a la de Las Rozas para el futuro club.

El Club de Campo ocupa unos terrenos de propiedad municipal situados junto a la carretera de Castilla. El Ayuntamiento cedió la finca a la Real Sociedad Hípica Española del Club de Campo en 1941 con la condición de que al cabo de 30 años revirtiera al pueblo de Madrid. En 1954 se revisó el acuerdo y se decidió que el plazo de 30 años contara a partir del 1 de enero de ese año.Cumplido el período de cesión de los terrenos, el Ayuntamiento llegó a un acuerdo con la Sociedad Hípica para crear una empresa mixta que llevara la gestión del club deportivo.

Se intentó llegar a una solución intermedia: la apertura al público en general y el trato preferencial a los 18.000 socios del club para que pudieran seguir disfrutando de las instalaciones. El Ayuntamiento adquirió el 51% de las acciones de la nueva empresa mixta, mientras que la Sociedad Hípica se aseguraba el 49% restante.

Abonados por sorteo

Unos 12.000 socios antiguos del Club de Campo aceptaron la nueva situación y participaron como abonados de la empresa mixta. Los 6.000 restantes no lo hicieron, por lo que el Ayuntamiento ofreció a los madrileños la posibilidad de cubrir estas plazas (el precio del abonado era de 20.500 pesetas el primer año). La respuesta no se hizo esperar: se recibieron decenas de miles de solicitudes y hubo que recurrir a un sorteo. Los niños de San Idelfonso sacaron del bombo la lista de afortunados.A los nuevos socios se unieron luego los madrileños de a pie. Las tarifas para entrar en las instalaciones, sin embargo, son bastante más elevadas que las de los polideportivos municipales (200 pesetas por entrada individual). Entrar al Club de Campo cuesta 855 pesetas los días de diario y 1.850 los domingos y festivos.

A pesar de estas tarifas, los sábados y domingos hay cola para tener acceso a las instalaciones. Las más concurridas son las de golf y tenis, según reconoció ayer Ana Monfort, gerente del Club de Campo Villa de Madrid.

Esta situación no era del agrado de todos. Algunos de los antiguos socios recurrieron el acuerdo firmado entre el Ayutamiento y la Sociedad Hípica. Según un portavoz de esta última entidad, "los 6.000 abonados que no participaron en la nueva empresa mixta se quedaron sin instalaciones. Por esta razón, se propone ahora a todos los antiguos socios la construcción de unas nuevas instalaciones de carácter privado".

Ayer se celebró una asamblea de los 600 compromisarios de la Sociedad Hípica. En la carta de convocatoria, el presidente de la Sociedad Hípica Club de Campo, Joaquín Vega de Seoane y Ariza, recuerda que la junta directiva se comprometió a "encontrar soluciones para el grave problema que tiene la sociedad desde que se firmó el protocolo de 1984 con el Ayuntamiento". "Con ello", prosigue la carta, "podremos tomar determinaciones acertadas que hagan que el próximo club tenga una vida por lo menos tan buena en los próximos 50 años como la tuvo el antiguo Club de Campo".

Dos proyectos

En la asamblea se propuso la construcción del nuevo recinto en una de dos fincas: El Garzo, junto a Las Rozas, o Valdelamasa, situada entre los términos de Madrid y Alcobendas.Ambas posibilidades han sido criticadas por la Coordinadora Madrileña de Defensa de la Naturaleza, por considerar que afectan a "entornos ecológicos vitales para la región". "Si uno de los dos proyectos prospera", señaló un portavoz de la coordinadora, "quedará afectada o bien una franja de protección del monte de El Pardo, en el caso de El Garzo, o una zona calificada como suelo no urbanizable. En la finca de Valdelamasa, además, está prevista la construcción de un campo de tiro en una zona en donde pueden encontrarse águilas, buitres y fauna menor".

Los dos proyectos, sin embargo, son "viables", según los informes técnicos presentados a los socios. El presupuesto es de 2.500 millones de pesetas e incluye la construcción de 30 instalaciones polideportivas, un campo de golf, otro de tiro y un amplio chalé social.

Los asambleístas se inclinaron mayoritariamente por el proyecto de Valdelamasa. Según Joaquín Vega, los terrenos en esa zona cuestan 900.000 pesetas por hectárea, frente a las 3.500.000 de la otra zona; "además", señala el presidente, "Las Rozas tiene los inconvenientes de una carretera conflictiva y la posibilidad legal de que en el futuro volvamos a ser expropiados de nuestros terrenos".

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