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El Banco de España requiere información a los intemediarios

El Banco de España ha convocado a una reunión restringida a algo más de una docena de intermediarios financieros con el fin de realizar un exhaustivo examen del creciente mercado de pagarés de empresa, sopesar sus efectos sobre la política monetaria y buscar fórmulas nuevas para su regularización, con particular énfasis en su impacto en la lucha contra la inflación. Algunas estimaciones señalan que este mercado maneja anualmente entre 700.000 y un billón de pesetas fuera de un estricto control monetario.El mercado de los pagarés de empresa (más conocido en el exterior como commercial paper) hizo su aparición en España hace unos cuatro años y coincidió, aunque no fueron exactamente sustitutivos, con la paulatina pérdida de importaricia de los créditos sindicados. El funcionamiento de este mercado es mucho más sencillo que la misión crediticia bancaria desde un punto de vista jurídico y, además, ofrece enormes ventajas alas empresas, que incluso pueden llegar a emitir por sí solas estos activos, limitando la intervención del intermediario a un plano técnico.

Autorizados inicialmente a título experimental por el Banco de España, estos activos fueron sometidos posteriormente a una fiscalización impositiva cuando, en un momento dado, se convirtiron en refugio del denominado dinero negro, hasta cierto punto en competencia de los pagarés del Tesoro. El Ministerio de Economía y Hacienda recurrió entonces a diferenciar dos tipos de pagarés a fin de restar competencia con los activos de su propia emisión. Nacieron así los pagarés sometidos al 45% de retención y otros más atractivos, con un 18% de retención a cuenta sobre las cantidades susceptibles de ingresar en Hacienda en concepto de plusvalía.

El mercado de pagarés del 18% ha crecido inusitadamente en los dos últimos años y, pese a su mayor rentabilidad, no plantea una competencia excesiva a los pagarés del Tesoro y otros instrumentos de emisión pública destinados a la financiación del déficit. Las empresas estrellas de este mercado son, según las mismas fuentes, las eléctricas y las compañías públicas. También algunas multinacionales acuden regularmente a este mercado, muchas veces actuando como propios intermediarios financieros. En el mercado existen ahora varias emisiones, desde las públicas Iberia y Endesa, con una emisión que se acerca a los 70.000 millones, a Unión-FENOSA, que ha emitido 40.000 millones. Están también en el mercado varias empresas de leasing (Citileasing, Infoleasing, Lico), Telefónica (con 27.000 millones) y multinacionales como Renault.

Control monetario

Desde el punto de vista del banco emisor, el problema se centra en la no inclusión de los pagarés de empresa dentro de los denominados activos líquidos en manos del público, más conocidos como ALP o alpes, que incluyen los depósitos bancarios, el efectivo en manos del público y, en general, los activos financieros públicos (deuda a medio y largo, pagarés del Tesoro, etcétera). Con esta magnitud, el banco emisor controla la política monetaria y determina en cada momento las necesidades de dinero en circulación que precisa la financiación del sistema económico sin provocar brotes inflacionistas.A este repecto, el Banco Internacional de Pagos (BIS), con base en Basilea, ha recomendado a las entidades miembros (Banco de España entre ellas) que refuercen su control sobre esos nuevos activos financieros. En un detallado informe, el BIS señalaba que la aparición de nuevos activos financieros ha reducido la capacidad de maniobra de las autoridades monetarias y dificultado su labor de control inflacionista por la vía monetaria.

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