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Fuertes reacciones en Francia contra la expulsión de 101 ciudadanos de Malí

Lluís Bassets

La expulsión de 101 ciudadanos de Malí en situación irregular en Francia ha sido motivo de una reacción desfavorable casi unánime de la opinión pública francesa, con las notables excepciones del Frente Nacional de Jean Marie Le Pen y el diario conservador Le Figaro, que han mostrado su satisfacción por la medida expeditiva tomada por el Ministerio del Interior. La expulsión se ha realizado en aplicación de una ley aprobada el pasado 9 de septiembre, que ha permitido también la expulsión de 45 ciudadanos turcos. Las últimas expulsiones de ciudadanos españoles, presuntos militantes de ETA, han sido realizadas también gracias a la misma legislación.La expulsión, que se realizó con enorme sigilo, después de cinco días de detención, trascendió el domingo, en el mismo momento en que terminaban unas jornadas sobre el derecho de asilo en las que se reunieron 177 organizaciones, que precisamente denunciaron los peligros de confusión entre "refugiados, terrorismo y delincuencia". Según fuentes del Ministerio del Interior, ninguno de los expulsados estaba en Francia por rnotivos políticos. El sindicato de la Magistratura, la Asociación SOS-Racismo, el Movimiento contra el Racismo y por la Amistad de los Pueblos, la Federación de Trabajadores de África Negra y la Confederación General del Trabajo (CGT) han expresado, entre otros, sus protestas. El propio secretario de Estado para los derechos del hombre, Claude Malhuret, aun sin atacar- la medida, se ha lamentado de que no hubiera sido informado por el Ministerio del Interior

Viaje de Mitterrand

Las personas en situación irregular en Francia suman entre 300.000 y 500.000, según distintas fuentes. Algunos observadores han hecho notar la coincidencia entre la expulsión de los 101 ciudadanos de Malí y la preparación de un viaje del presidente de la República, François Mitterrand, a ese país africano, dentro de escasas semanas, lo que podría ser motivo de nuevos problemas de la presidencia en el área de los asuntos exteriores.Hoy mismo, Guy Penne, consejero de la presidencia para África, abandona su cargo, que ocupará interinamente su número dos, el hijo de Mitterrand, Jean Christophe. Su destitución ha sido interpretada como un intento del presidente de alejar la sombra del escándalo del Carrefour du Développement, que ha salpicado ya a Penne, aunque no haya sido aprobada su participación en ninguna de las operaciones frauduÍentas dirigidas por Yves Challier, el jefe de gabinete del ministro de la Cooperación, Christian Nucci. Las dos áreas más conflictivas entre el presidente de la República y su jefe de Gobierno, Jacques Chirac, son Defensa y Asuntos Exteriores, por lo que no se puede descartar que la expulsión de los malienses sea, según dice el diario Libération, "una nueva piel de plátano deslizada por Jacques Chirac en el terreno acotado presidencial de los asuntos africanos".

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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