Desinterés en Haití por las elecciones constituyentes de hoy

La elección hoy de 41 representantes para la Asamblea Constituyente en Haití no ha despertado entusiasmo en el país, a pesar de que se trata de las primeras votaciones libres después de casi 30 años de dictadura duvalierista y que significan la apertura de un proceso que deberá culminar con la presencia de cargos electivos en todos los niveles del Gobierno en febrero de 1988.

Después de manifestaciones masivas contra el Gobierno, el pasado mes de junio, que hicieron al presidente del Consejo Nacional de Gobierno, general Henri Namphy, pronunciar en un discurso la fase "Haití se encuentra al borde de la anarquía", se anunció un calendario electoral. El anuncio tenía la finalidad de frenar la protesta popular y demostrar la voluntad del actual Consejo de Gobierno de llevar al país hacia una auténtica democracia.Según el calendario publicado entonces, primero se celebrarán las elecciones para la Asamblea Constituyente, que tendrá la tarea de elaborar una Constitución hasta el próximo mes de enero. Esa Constitución será sometida a referéndum el próximo 7 de febrero, primer aniversario de la caída de Duvalier. Las elecciones municipales seguirán en julio del próximo año, y las legislativas y presidenciales, en noviembre. El futuro presidente de Haití, democráticamente elegido, deberá asumir el poder el 7 de febrero de 1988, con lo que en dos años habría culminado el proceso de democratización del país.

La Asamblea Constituyente constará de 61 miembros, de los que 20 serán designados por el Gobierno. Los 41 restantes serán elegidos en cada uno de los distritos en que está dividido el país. El sistema presenta graves imperfecciones. Los distritos son muy desiguales y habrá un representante por el de la capital, con más de un millón de electores y sólo 15.000 en zonas rurales

Condiciones

No existe censó electoral y se ignora cómo funcionará el sistema de elección en un país que cuenta con un 80% de analfabetos. Los candidatos, a padres de la Constitución deberán tener más de 30 años, tener algún tipo de propiedad, oficio o profesión. El Partido Comunista de Haití ha criticado estas condiciones por considerarlas elitistas.No parece vislumbrarse en Haití una opción clara que pueda servir de alternativa al presidente Namphy, de 53 años, que ha anunciado que no concurrirá a la carrera presidencial. Los múltiples aspirantes a sucederle tienen que reconocer que, ante la falta de alternativas, Namphy es por ahora la única opción posible para bandear la crisis permanente de un país tan pobre de recursos que vive virtualmente de la caridad internacional. La explotación de la riqueza forestal ha dejado la isla convertida en un desierto, y el turismo, entre el SIDA y los desórdenes, ha dejado de traer divisas al país.