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LA CITA OLÍMPICA DE 1992

Albertville quiso desmarcarse de la capital catalana

., La satisfacción de los delegados de Albertville por el triunfo en la elección de la sede de los juegos de invierno era patente a primeras horas de la tarde del viernes. No podían ocultar, sin embargo, que habían empezado por detrás de Sofía en las votaciones (19 votos por 25 de la capital búlgara) y que habían ganado s lo después del quinto escrutinio.

La teoría de que su triunfo había sido una deferencia de los miembros del COI para no dejar a Francia sin nada en 1992, tras la derrota de París ante Barcelona, fue desmentida continuamente por los portavoces oficiales. El presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, por ejemplo, añadió simplemente: "Ha presentado una gran candidatura y ha tenido además dos piezas fundamentales en su presidente, Michel Barnier, y,sobre todo, en Jean Claude Killy, que fue un gran campeón de esquí y es ahora un extraordinario relaciones públicas".

Barnier, casi con enfado, contestó a la posible relación entre los triunfos de ambas ciudades: "No sé nada de eso. La elección de la sede de interno fue antes que la de verano". Se le recordó que Barcelona partía corno favorita. "No tiene nada que: ver", añadió, más molesto aún. Sólo unos metros detrás, uno de los miembros de la delegación, que ofrecía una amplia sonrisa y un compromiso mucho menor en las contestaciones, no lo ocultó: "Sí, sí, Barcelona y Albertville son muy amigos".

Franco Carraro, miembro influyente del COI, apuntó otra teoría: "Albertville tenía una razón para conseguirlo: habría sido injusto. que Francia perdiese todo con su recuerdo a Coubertin".

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