Ardanza y Garaikoetxea ven inevitable un Gobierno autónomo con socialistas

El lendakari José Antonio Ardanza y su antecesor en el cargo y hoy cabeza visible del Partido Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, se muestran convencidos de que los resultados de las elecciones del próximo 30 de noviembre forzarán un Gobierno de coalición socialistas-nacionalistas. Así lo manifestaron ambos a este periódico, mientras el candidato del Partido Socialista de Euskadi-PSOE, José María Benegas, admitía como probable un Ejecutivo que integre a los socialistas y al Partido Nacionalista Vasco.

Cuando falta poco menos de un mes para el comienzo de la campaña electoral vasca, el nerviosismo es perceptible entre los dirigentes de las principales formaciones políticas, que no ven un futuro electoral claro para ninguna de ellas.Aunque tanto PNV como EA y el, PSOE-PSOE filtran conclusiones diferentes de sus respectivos sondeos, las encuestas iniciales más completas, como una realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conceden una ligera ventaja a los socialistas sobre el PNV.

"Si somos el partido más votado, trataremos de formar Gobierno cuando seamos llamados por el presidente del Parlamento autónomo", aseguró José María Benegas. Pero medios de la ejecutiva federal socialista no ocultarl sus recelos ante esta posibilidad, núentras el actual lendakari, José Antonio Ardanza, admite que sería "muy difícil" que el PSOE lograse gobernar en solitario en las actuales circunstancias que vive el País Vasco.

El PNV, segundo

Así, una posible victoria electoral de los socialistas, que en ningún caso se produciría, de acuerdo con las previsiones arrojadas por los sondeos, por gran margen, obligaría a Benegas a proponer un Gobierno de coalición a los nacionalistas del PNV, suponiendo que éstos se conviertan en la segunda fuerza electoral, como actualmente señalan las encuestas. Las primeras conversaciones entre dirigentes de ambos partidos ya han delineado incluso hasta dónde llegarían los acuerdos. "Pero todo está supeditado a los resultados", advierte, con cautela, -un dirigente del PSE-PSOE, partido que "en absoluto" descarta la posibilidad de que finalmente sea el PNV el partido más votado.Por otro lado, los estrategas de la campaña electoral del PNV -que admiten que realizarán "un considerable esfuerzo" económico en la mismahan decidido orientarla hacia tonos de "confrontación con Madrid", según dijo un dirigente de este partido.

Ello significa que insistirán en los incumplimientos de las cláusulas previstas en el Estatuto de Autonomía, así como en los "fracasos de última hora" del pacto de legislatura con el PSE-PSOE, aunque Ardanza recalca que este pacto "fue útil en sus comienzos".

Pero, al tiempo, los peneuvistas tratarán de no exacerbar sus críticas contra los socialistas, dejando abierto un portillo al entendimiento cara a un eventual Gobierno de coalición; la personalidad de quien encabece este Gobierno puede convertirse, dijeron ambas partes, en un primer motivo de fricción en la que se prevé difícil convivencia entre ambos posibles coligados.

Gobierno cuatripartito

Carlos Garaikoetxea, líder de la tercera formación en discordia, la recién nacida Eusko Alkartasuna, tiene las cosas aún menos claras: resulta poco probable que los dirigentes pencuvistas olviden sus rencores hacia el ex lendakari y traten de forzar un Ejecutivo exclusivamente nacionalista, dejando de lado al PSOE, aunque, en conversación con EL PAÍS, Ardanza no descartó "ninguna fórmula a priori".Pese a sus casi 10.000 militantes, a las 80 sedes abiertas en Euskadi -incluyendo alguna en territorio francés, donde EA piensa concurrir en las elecciones municipales-, pese, también, al carisma de Garaikoetxea y al hecho de que varios históricos peneuvistas se hayan pasado a sus filas, el partido carece aún de una verdadera implantación.

Aunque todos los sondeos le conceden una tendencia alcista, EA -un partido cuyas siglas tienen tan sólo 10 días de historia- carecerá previsiblemente de tiempo suficiente para lograr una votación similar a la que obtenga el PNV, de acuerdo con los análisis de los propios seguidores de Garaikoetxea; éstos proclaman la conveniencia de un Gobierno "de concentración", o cuatripartito, que integre a Eusko Alkartasuna, Partido Nacionalistas Vasco, PSOE y, acaso, también a Euskadiko Ezkerra. Ni socialistas ni peneuvistas parecen contemplar con excesivo entusiasmo esta hipótesis.

Todos reconocen que, en ,cualquier caso, ninguna de estas fórmulas facilitará la gobernabilidad de Euskadi, por más que los socialistas, en sus mensajes electorales, vayan a empeñarse en forzar una plataforma de acuerdo sobre los grandes temas "que incidan en la reconstrucción económica del país", olvidando las "cuestiones que nos separan".

José Antonio Ardanza.