Un nuevo sismo estremece San Salvador

Un nuevo y fuerte temblor estremeció en la madrugada de ayer la capital de El Salvador. El presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, anunció anoche que un centenar de muertos habían sido identificados y que 1.500 personas habían recibido primeros auxilios. Según la Cruz Roja, hay al menos 400 muertos, 6.000 heridos y más de 20.000 personas han quedado sin casa, aunque una cadena de televisión de Costa Rica afirmó que el resultado de las sacudidas del viernes ascendía a 1.000 muertos y 4.000 heridos.

Con 21.000 kilómetros cuadrados y cinco millones de habitante, El Salvador es el más pequeño y más densamente poblado país de Centroamérica. El nuevo sismo, a las 05.40 (hora peninsular española) de ayer, cortó durante unas horas la casi totalidad de las pocas y deficientes comunicaciones que habían resistido a los temblores de la víspera.Desde el viernes a las 11.49 (18.49, hora peninsular española) hasta el temblor de ayer, San Salvador sufrió 18 movimientos telúricos. El primero y más importante sismo, el viernes a las 11.49, hora local (18.49, hora peninsular española), alcanzó la magnitud de7,5 grados en la escala de Richter y su epicentro se sitúa a unos 90 kilómetros al sureste de la ciudad.

El presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, que el viernes decretó el estado de "calamidad pública" y lanzó un dramático mensaje radiado pidiendo ayuda al mundo, ha instalado su cuartel general en los locales del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.

El pánico ha hecho presa en la ciudad, según el corresponsal local de France Presse. Sólo funciona un hospital en la capital. Unos 500 niños tuvieron que ser rescatados de los escombros del centro clínico Benjamín Bloom. Dos colegios se derrumbaron, sepultando uno de ellos, el Santa Catalina, a 30 niñas. Dos céntricos hoteles se vinieron abajo. El centro comercial Ruben Darío se derrumbó en una hora de intensa afluencia y de los escombros se rescataron al menos 20 cadáveres.

La llegada de agua y de electricidad quedó cortada en la capital. Gran parte del centro de San Salvador, donde abundan casas de adobe, ha quedado totalmente destruida, según relato de un viajero costarricense, que señaló que en unas 40 manzanas no queda un solo edificio en pie. Los otros barrios más afectados están en el sur de la ciudad.

Miles de habitantes se encuentran en la calle. Los heridos han sido transportados a las afueras o a hospitales de campaña improvisados en diversos puntos de la ciudad.

Según el vicepresidente salvadoreño, Rodolfo Castillo, los sismos no se sintieron apenas en el este y el oeste del país. La televisión mexicana logró difundir imágenes que mostraban desesperadas tareas de rescate y campamentos callejeros.

Según el director general de la Oficina de Información Diplomática de España, Inocencio Arias, no había ayer novedad, que registrar entre las 600 personas con pasaporte español. El Ministerio de Asuntos Exteriores español logró entrar en contacto hacia las 18.00 (hora peninsular española) con su embajador, Fernando Álvarez de Miranda.

Un avión Héreules partió ayer de Madrid hacia El Salvador con 12 toneladas de equipos de rescate y de iluminación autónoma, botiquines, camillas, 5.000 kilogramos de medicamentos y plasma sanguíneo y una emisora de gran potencia. También partió hacia El Salvador un equipo de bomberos especializados en tareas de rescate.