Los conservadores hacen causa común con Thatcher ante las elecciones
Los aspirantes al futuro liderazgo conservador dejaron ayer bien claro su total apoyo a la primera ministra británica, Margaret Thatcher, para las próximas elecciones generales, mientras que los participantes en la conferencia anual tory continuaron uno tras otro su campaña de hostigamiento a la. política preconizada por la oposición, principalmente en los temas de defensa y orden público.Aunque los congresos anuales de los conservadores han des tacado siempre por su unidad y por el incienso al líder demostrados una y otra vez en los plenarios, los miembros del ala wet (moderada) habían aprovechado en años anteriores lo que en la jerga de los congresos políticos británicos se conoce como fringe meetings (reuniones marginales) para dejar constancía de su oposición a las políticas inflexibles de la actual dirección del partido.
No así este año. Probablemente, ante el convencimiento de que las elecciones generales serán convocadas el próximo año en lugar de esperar el mandato parlamentario completo, que no concluyehasta junio de 1988, los wets han, hecho causa común con Margaret Thatcher y han obviado sus ataques de años anteriores en aras de la unidad del partido.
Heseltine, a la espera
Por su parte, el ex secretario de Defensa. Michael Heseltine, que dimitió el pasado enero en protesta por la política de Thatcher con relación a la venta de la fábrica de helicópteros Westland a la empresa norteamericana Sikorski, y tino de los preferidos de los electores conservadores para suceder a Margaret Thatcher, admitió en una entrevista televisiva que, "como a cualquiera, me gustaría ser primer ministro", pero que no tenía intención de presentar su candidatura hasta después de las, próximas elecciones generales, en las que apoyará a Thatcher.Los temas más importantes debatidos ayer fueron orden público y defensa, donde todos los oradores, encabezados por los responsables de los departamentos -Douglas Hurd y George Younger, respectivamente-, acusaron, a la oposición de "no saber por dónde se andan" en estos temas. Hurd, que ignoró olímpicamente a un delegado que había pedido la reintroducción de la pena de muerte, defendió a la policía. como "baluarte de una sociedad libre" y prometió deportar "a aquellos que utilizan el terrorio británico para dirimir violentamente: sus querellas extranjeras".
Por su parte, Younger, en una brillante intervención que levantó de sus asientos a los cerca de los 5.00,0 asistentes, manifestó que la política unilateralista defendida por los laboristas era la contraria de la patrocinada por Atlee, Gaitskell, Bevin, Wilson y Callaghan, los primeros ministros laboristas desde la guerra. "La defensa del Reino Unido y la del resto de Occidente son indivisibles", dijo. "Nunca seremos blandos en materia de defensa, y seguiremos siendo unos aliados seguros y fiables", afirmó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.