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El 'grupo de los cinco' trata de resucitar la política de coordinación económica

Los cinco países más desarrollados del mundo occidental (Estados Unidos, RFA, Francia, Reino Unido y Japón) comenzaron ayer, rodeados del más absoluto secreto, una reunión en Washington acogidos al denominado grupo de los cinco. La negativa, el día anterior, del Bundesbank alemán a bajar su tipo de interés básico, en contra de las insistentes presiones de Washington, y las disensiones entre el Tesoro y el Sistema Federal de la Reserva norteamericana sobre la cotización del dólar configuraban los puntos centrales de la agenda del encuentro, que comenzó a media tarde (hora de Washington) en el Departamento del Tesoro.

Fuentes alemanas manifestaron que el ministro germano de Finanzas, Gerhard Stoltenberg, presentó a sus colegas un plan a medio plazo para relanzar la economía mundial basado, más que en recortes de los tipos de interés, en una estrategia consensuada de coordinación de las políticas económicas de las siete naciones. A este respecto el ministro alemán, que se reunió e jueves por la noche con el secretario del Tesoro norteamericano, James Baker, declaró que su Gobierno tenía serias dudas sobre la capacidad de la Administración Reagan para reducir su déficit fiscal, que puede superar los 220.000 millones de dólares a finales del actual ejercicio.Por su parte, fuentes norteamericanas señalaron ayer que el principal objetivo de la reunión, que se prolongará hoy con un encuentro del recién creado grupo de los siete (el grupo de los cinco más Italia y Canadá) será resucitar el acuerdo de coordinación de las políticas económicas establecido en la cumbre de Tokio de los siete países más industrializados del mundo occidental. Bajo este acuerdo, que exige un complicado sistema de consultas entre los siete, Washington ha presionado a Bonn y Tokio para que bajen el coste del dinero en su país, y estimulen sus economías, ahora que la norteamericana parece haber entrado en un bache recesivo.

Pero el Bundesbank, reunido en Bonn el jueves bajo la presidencia de Karl Otto Poehl, rechazó la pretensión de Washington, y el ministro federal de Economía, Martin Bangemann, dio la disputa por cerrada. "Una economía que es la quinta parte de la norteamericana no puede hacer de locomotora", declaró Biangernann.

La pretensión de Washington, hecha pública por el secretario del Tesoro, James Baker, en reiteradas declaraciones en las últimas semanas, también ha recibido la oposición inesperada de Paul Volcker, Presidente del Sistema Federal de la Reserva (FED), banco central estadounidense, en una intervención ante un subcomité del Congreso norteamericano. Volcker ha admitido como válidos los argumentos (le que ni Japón ni la RFA pueden hacer mucho para resolver los problemas de la economía estadounidense.

El dedo en la llaga

Volcker puso además el dedo en la llaga al admitir que "los norteamericanos están viviendo desde hace unos años por encima de sus posibilidades". "Hemos creado un falso paraíso de riqueza en el que se gasta más de lo que se produce gracias al ahorro de los demás", dijo el presidente del FED, en unas declaraciones públicas muy distantes de la postura de la Administración. Reagan.Dentro de este panorama, la reunión de los cinco, cuya conclusión final no se conocerá hasta hoy sábado o quizá mañana domingo, es comparada por medios financieros a la celebrada hace un año por el mismo grupo en el hotel Plaza de Nueva York. A raíz de dicho encuentro se encargó a los técnicos del Fondo Monetario la elaboración de unos indicadores económicos homogéneos para los siete países, sobre los que, en caso preciso, pudiera basarse lo cambios y ajustes que requieren las políticas económicas de los siete en un momento dado.

La reunión del grupo de los cinco sirve de preludio, junto a la del grupo de los 24 países en desarrollo, de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, cuya sesión de apertura se celebrará el lunes. En el fin de semana que se inicia tendrán lugar los encuentros del denominado grupo de los diez, así como los comités del FMI y Banco Mundial.

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