Monedas
La Fábrica de Moneda y Timbre ha sido una de las instituciones estatales de naturaleza más dura. Arquitectónicamente se representa como una fortaleza inexpugnable y metafóricamente fue como el bazo. Posee la materialidad de un órgano, pero a la vez el paradójico espíritu de fabricar lo que para todo mortal es infabricable. Su poder, por tanto, no tiene par en este mundo. En su cavidad se producen billetes verdaderos y sus monedas desde tiempo inmemorial salieron de sus sombras con un fulgor inefable. La Fábrica de Moneda era como un perfecto organismo cuyos frutos eran la réplica de un reglaje total. Algo, sin embargo, parece estar sucediendo últimamente en esa víscera, una cierta patología de las que producen desarreglos intestinales y males relacionados con el aspecto de las heces, para que la fortaleza haya empezado a echar sobre el mercado monedas y monedas de tan mal gusto.Uno de los síntomas de que alguna mixtura se había instalado en su imperio fue la recurrencia al número par. El carácter divino o satánico del dinero reclama su valencia impar o única. Hacer dobletes del tipo 2 pesetas, doscientas pesetas o dos mil pesetas, denota una tan descuidada e irrespetuosa manera de apilar cantidades, que desprestigia de por sí a cualquier moneda. Pero no solamente en la emisión de estas cifras se ha visto resentida la prestancia de la casa. Las monedas que acuña en los últimos tiempos, o bien muestran una absoluta falta de fervor por la imaginería del dinero, lo que ya sería motivo de una apremiante purga interior por inconoclasia, o bien dan en una confusión de diseños y materiales, semejante, como digo, a la que se observa en las conocidas deposiciones por irritación del colon.
No se puede desde luego predecir qué efecto capital vaya a derivarse de esta cosecha monetaria o si el mal que se ha infiltrado en la gran Fábrica la ha postrado ya visto el síntoma de los doscientos duros, con la imagen der Rey en arte comic y su reverso de estilo socialismo real- en estado de coma. No lo sé. Pero por pura atención a la higiene a este paciente debería verlo alguien.
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