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La policía de Algeciras devuelve a Tanger a cientos de marroquíes que iban a Francia

La policía de Algeciras (Cádiz) impidió ayer la entrada en España, por orden del Gobierno, a varios cientos de norteafricanos que habían llegado al puerto algecireño en los barcos procedentes de Tánger. Los últimos afectados, un grupo de aproximadamente 90 personas, llegaron en el barco de las 13.15. Los norteafricanos, según los identificó el Gobierno Civil de Cádiz, pretendían atravesar el territorio español con destino a Francia y carecían del visado de entrada al país vecino por lo que fueron obligados a subir al mismo barco y regresar al puerto de procedencia.

En las fronteras de Ceuta y Melilla no se están dando estos casos, por ser inferior el número de los que utilizan esos puertos y, también, porque desde hace varias semanas, y en aplicación de un convenio hispano francés, la policía de aduanas exige a los norteafricanos que pretenden pasar por España un documento acreditativo de su permiso de trabajo y residencia en Francia.Ésta es la primera acción directa por parte española para controlar el tránsito de personas procedentes de África hacia Francia, tras la decisión del Gobierno de París, de exigir visado de entrada en sus fronteras. Las autoridades españolas habían expresado ya su preocupación por los problemas que la actitud francesa pudiera causar en España, especialmente por las posibilidad de bolsas de norteafricanos rechazados en la frontera hispano francesa.

Según el gobernador civil de Cádiz, Mariano Baquedano, la prohibición de paso a los norteafricanos se ordenó en aplicación de una circular del Ministerio del Interior recibida el martes pasado, en la que se precisaba la orden de exigir el visado de entrada a Francia a todo ciudadano extranjero que llegara a la frontera española con intención de viajar al país vecino. La circular exigía, asimismo, que se requiriese la documentación en regla a todos los extranjeros que llegasen a la frontera española con destino a otros países, pero sin precisar la necesidad de tener visado de entrada.

Aunque la prohibición de entrada de varios cientos de personas no originó ayer ninguna alteración de orden público, medios oficiales han indicado que existe cierto temor por la posibilidad de que se produzcan incidentes, sobre todo en la fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos, ya que según el Gobierno Civil de Cádiz es allí donde se produce el paso masivo de ciudadanos, sobre todo norteafricanos, con destino a Francia.

No obstante, las autoridades españolas ya venían controlando en las fronteras de Ceuta y Melilla el paso de trabajadores marroquíes y argelinos con destino a Francia, mediante la supervisión de los permisos de trabajo correspondientes, de acuerdo con un convenio hispano francés.

Ceuta y Melilla

Pero, según informa desde Ceuta Luis Manuel Aznar, estas dificultades no están afectando a los marroquíes que escogen el puerto de Ceuta para dirigirse a la península. Los escasos emigrantes marroquíes que todavía disfrutan de vacaciones en su país natal no tendrán ninguna dificultad para atravesar España, ya que son residentes habituales en Francia.Por otra parte, el delegado del Gobierno en funciones en Ceuta, José Abad, declaró que en la frontera del Tarajal, única entrada a Ceuta desde Marruecos, está aplicándose desde hace un mes un convenio hispano francés, según el cual, los súbditos de Marruecos que utilicen España como camino de paso hacia Francia, deben presentar a la policía española un díptico con el sello del consulado francés de la ciudad de origen.

El problema de los trabajado res marroquíes, argelinos y tunecinos que regresan a Francia a través de Melilla no se asemeja al de Ceuta, ya que su número es tremendamente inferior, y además, desde hace algún tiempo, en las fronteras de Beni-Enzar, se viene exigiendo la presentación del documento de trabajo debidamente sellado y diligenciado, informa desde Melilla Avelino Gutiérrez.

La obligatoriedad de contar con el correspondiente visado para entrar en territorio francés, tampoco supone un problema especial, debido a la cercanía de consulados galos, aunque se ha dado el caso de que familias enteras han debido permanecer un par de días en la frontera entre Melilla y Marruecos, en tanto el cabeza de familia viajaba a Oujda, Rabat o Casablanca para diligenciar el visado.

Hasta ahora no se han producido problemas serios porque la prohibición de paso para aquellos que no dispongan del correspondiente contrato de trabajo en regla se ha aplicado durante los últimos días, cuando el retorno de emigrantes marroquíes ha descendido considerablemente.

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