Los últimos presos políticos quedarán hoy en libertad en Polonia

El régimen polaco del general Wojciech Jaruzelski anunció el pasado viernes la puesta en libertad, en el marco de una nueva amnistía, de todos los presos políticos. Según declaró el ministro de Interior, Czeslaw Kiszczak, en una entrevista publicada en la Prensa y recogida en televisión, hoy lunes, serán puestos en libertad los últimos presos beneficiados por esta ley, unos 13.000 en total, 300 de ellos encarcelados por "actividades antiestatales" o "violación del orden público". Excluidos de esta medida de gracia quedan los convictos por delitos de sangre y espionaje.

No obstante, la liberación de prisioneros ha sido más amplia de lo esperado, y el mismo viernes eran puestos en libertad en Varsovia algunos de los máximos dirigentes de la oposición, como Vnadyslaw Frasyniuk, Bogdan Borusewicz e incluso Zbigniew Bujak, durante años el activista más buscado por la policía polaca. La amnistía aplicada responde ,a un decreto del 17 de julio pasado, dos semanal después del congreso del, Partido Obrero Unificado de Polonia, en el que JaruzeIski había anunciado que, dada la normalidad política imperante en el país, el Gobierno tomaría medidas dirigidas a -un nuevo esfuerzo de reconciliación nacional.

Indiscutido como jefe del partido y del Estado, el general goza de un margen de acción política que hacía esperar un gesto de reconciliación. La intención política de esta iniciativa es eliminar un obstáculo para la cooperación entre el pueblo y la Iglesia, por un lado, y el régimen, por otro, imprescindible para hacer frente a la grave situación económica a que se enfrenta Polonia, que quedó muy lejos de enderezarse al amparo de la normalización política impuesta por Jaruzelski con ayuda del Ejército y la policía.

El propio ministro del Interior calificó la amnistía como un gesto de acercamiento a la Iglesia, y advirtió que el Gobierno espera ahora una "actitud constructiva de la Iglesia". El gesto de reconciliación se ha visto acompañado por una gran operación policial de intimidación de las personas críticas más activas. La Policía mantuvo la pasada semana más de 3.000 "entrevistas" con personas que se caracterizan por su oposición al régimen, para advertirles que el régimen tiene conocimiento de sus actividades y convencerles de que "la conspiración no tiene sentido', según palabras de Kiszczak. Tras su liberación, Bujak expresó a los corresponsales extranjeros su satisfacción por la medida..

No obstante, dijo que, de no seguir a ésta nuevas medidas para permitir una oposición legal, las cárceles se volverán a llenar.