'Etarras' presos de Carabanchel piden que no se aplique la incompatibilidad a un médico
Un total de 71 internos del Hospital Penitenciario de Carabanchel -48 hombres y 23 mujeres, la mayoría de ETA- piden, en un comunicado remitido a la agencia Efe, que no se aplique la ley de incompatibilidades a Jorge Sanjurjo, médico traumatólogo, que fue destituido de su cargo en este centro el pasado día 1 de julio. Los reclusos resaltan que la pérdida del citado médico "es un lujo que no puede permitirse el hospital". El doctor Sanjurjo, de 38 años, médico adjunto del Hospital Central de Cruz Roja, se considera "un médico normal" y califica de "injusta" la forma en que se le aplica la incompatibilidad.
"El doctor Sanjurjo es uno de los contados médicos que disfrutan del respeto y del aprecio por parte de todos los internos que a lo largo de los últimos 10 años han pasado por su consulta", dice el comunicado. Los reclusos resaltan "el induscutible trato humano, cariñoso y respetuoso" que dicho médico ha dispensado a los enfermos", por lo que piden a los "organismos responsables que reconsideren la decisión tomada". El comunicado añade: "Siempre habrá una vía de solución que impida que una ley perjudique a quienes ya han sido perjudicados bastante".Los presos señalan: "Dadas las especiales características del centro penitenciario de Carabanchei, el hospital no puede permitirse el lujo de perder a un hombre: como el doctor Sanjurjo, debido a que su experiencia en las lesiones y trato a los internos es prácticamente insustituible".
El. "futuro sustituto" -dice el comunicado- "no podrá adquirir su experiencia sin que tengan que transcurrir unos años, durante los cuales los internos sufriremos las consecuencias, ya agravadas lo suficiente debido a la falta de recursos materiales y humanos de este hospital". Los firmantes precisan que su comunicado es "una defensa personal" en favor del doctor Sanjurjo, que "en ningún momento puede entenderse como conformidad a la asistencia sanitaria que recibimos o conformidad con la inmensa mayoría de los otros doctores que forman el equipo médico, ya que, tanto una como otra, dejan mucho que desear".
El problema es conocido dentro de este recinto hospitalario-penitenciario, aunque fuentes oficiales indicaron ayer que la dirección no podrá informar hasta el lunes. Un miembro del equipo sanitario del centro señala que "el doctor Sanjurjo es, en efecto, un buen médico que se lleva bien con los reclusos". Asimismo, las referidas fuentes indicaron que los presos, "como cualquier otro enfermo, prefieren ser atendidos por un médico no porque sea el mejor del mundo, sino porque creen en él y se sienten bien asistidos". El doctor Sanjurjo y un ATS -posteriormente- han sido las dos primeras personas a quienes se ha aplicado dicha ley en este hospital, según las mismas fuentes.
"No tengo fórmulas mágicas"
Jorge Sanjurjo, de 38 años de edad, traumatólogo, casado, padre de cuatro hijos, dice: "No soy mejor ni peor que cualquier otro médico. Soy normal. No tengo fórmulas mágicas. Lo que pasa es que atiendo a 15 o 30 pacientes y puedo dedicarles el tiempo adecuado, mientras que en otros centros sanitarios de la Administración otros médicos tienen que atender a 90 o 120 enfermos en una hora. Pero el 99% de los médicos es bueno".Además de traumatólogo en dicho hospital, el doctor Sanjurjo ejerce como médico adjunto del Hospital Central de la Cruz Roja, concertado con la Administración pública a través del Insalud. "He vuelto de vacaciones y hoy me he enterado por una emisora de radio de lo que piden los reclusos. Se lo agradezco, pero no estoy de acuerdo en que otros de mis compañeros sean peores que yo".
Sanjurjo explica que obtuvo la. plaza del hospital penitenciario "por oposición hace 12 años" y, que no está de acuerdo con la ley de incompatibilidades, "tal como se lleva a cabo".
"Me obligan a una excedencia voluntaria y me quitan el sueldo", precisa. "Creo que es injusto. Si quieren quitarme la plaza, que me la expropien y me indemnicen. Pienso que no hay ninguna incompatibilidad en trabajar en dos sitios, de horario distinto, si en uno solo no seobtiene el dinero suficiente. El sueldo bruto de un médico adjunto no llega a las 100.000 pesetas".
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