'El inocente es la presa'

No cabe duda sobre el horror que supone la matanza de judíos en la sinagoga de Nev Shalom, en Estambul. El mismo horror que despiertan acciones como el bombardeo sisternático de poblaciones civiles en el sur de Líbano, de campamentos de refugiados palestinos en este mismo país por las fuerzas armadas de Israel, cuyos aviones no cludan en volar más de 2.000 kilómetros en su afán de matar palestinos, como sucedió en Túnez no hace mucho. El mismo horror que sentímos cuando nos enteramos de que nuestro gran protector masacra civiles inocentes en las ciudades libias de Trípoli y Bengasi.Usted, en su editorial, pide colaboración a los Gobierno árabes. ¿Qué ofrece Occidente a cambio? ¿Acaso ha tomado alguna iniciativa parl proveer a los palestinos de un suelo donde vivir desde que les fue arrebatado el suyo propio en 1948? ¿Les interesa algo más del mundo árabe que la mano dobra barata magrebí y el petróleo del Golfo? ¿Han dado los países europeos algún paso serio para detener la locura asesina -que tanto más merece ese calificativo cuando proviene de Estados- a la que periódicamente se ven sometidas las tierras árabes por parte de EE UU e Israel?

Las relaciones que Occidente mantiene con el mundo árabe siguen estando marcadas por el colonialismo y el racismo. Se aprovechan, cuando no se fomentan, sus conflictos internos, como sucede con la guerra entre Irak e Irán, que supone un fabuloso negocio de venta de armas al tiempo que les mantiene entretenidos sin molestar a las pacíficas democracias occidentales.

La colaboración pasa por un cambio en profundidad de nuestras relaciones no sólo con el mundo árabe, sino con todo el Tercer Mundo en general.-