_
_
_
_

La 'Cosa Nostra', en el banquillo

El juez acusa a la 'mafia' norteamericana de violencia, amenazas y asesinatos

Francisco G. Basterra

Ante un tribunal federal de distrito de Manhattan, en Nueva York, se abrió esta semana lo que promete ser un proceso histórico: el juicio contra el consejo de administración de la mafia norteamericana. En la acción más ambiciosa jamás emprendida contra la Cosa Nostra, el juez Richard Owen acusa a los jefes de las cinco grandes familias mafiosas de Nueva York de formar una comisión que gobierna el crimen organizado mediante "violencia, amenazas y asesinatos". El primer y difícil paso es lograr 12 miembros y seis suplentes para el jurado.

Para ayudar a superar el terror que produce entre los ciudadanos sentarse en un jurado contra la Cosa Nostra, el juez ha prometido que sus nombres serán mantenidos en secreto. De los 100 potenciales jurados que se presentaron el primer día, 47 dijeron que "iba a ser muy duro" y el juez excusó a 39. Para un observador que asistiera, el pasado lunes, a su llegada al tribunal, los acusados parecían formar una reunión de honrados padres de familia jubilados, pero sus nombres no dejan ningún lugar a dudas sobre la identidad de sus ocupaciones.Anthony (Fat) Salerno, jefe de la familia Genovese; Carmine (Junior) Persico, cabeza de la familia Colombo; Anthony Corallo, jefe de la familia Luchese. También estaba allí Rusty Rastelli, en representación de la familia Bonanno. La familia Gambino, que también forma parte de las cinco grandes, no cuenta con ningún representante en el banquillo de los acusados.

Aunque aparece en el acta de acusación, su jefe Paul, Big Paul, Castellano fue asesinado el pasado diciembre en un arreglo de cuentas a la entrada de un conocido asador de carne neoyorquino.

Su sustituto, John Gotti, está a su vez siendo juzgado en un proceso diferente por un tribunal de Brooklyn. Los fiscales formulan 25 cargos contra un total de ocho hombres en el primerjuicio que se celebra en este país contra el escalón más alto de la organización mafiosa. Por medio de confidentes, grabaciones clandestinas de reuníones secretas de la comisión e incluso arrepentidos, el juez Owen confla en que el juicio, que puede prolongarse durante tres meses, ponga al descubierto la historia, la dirección y el papel de la Cosa Nostra en Estados Unidos.

Se trata de probar cómo el crimen organizado influye y controla sectores como la construcción, los sindicatos, la recogida de basuras, la industria de confección, la distríbución de gasolina, de licores y de tabaco, así como el juego y las drogas. Un juicio como el que acaba de comenzar no hubiera sido posible sin un cambio importante en la legislación, la ayuda de las escuchas electrónicas y un papel mucho más activo del FBI y de los fiscales. En este terreno es destacable la cruzada emprendida por el fiscal de Nueva York, Rudolph Giuliani, de quien depende este caso, contra el crimen organizado en la ciudad de los rascacielos.

La aprobación de la ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Fraude (RICO) permíte, por primera vez, juzgar a grupos y a su actividad criminal y no sólo, como hasta ahora, a los individuos concretos.

La justicia ha revelado recientemente que un capo mafioso ha estado trabajando, durante meses, para la policía, rompiendo el juramento de la organización.

Las actividades ¡legales de la Cosa Nostra situarían a esta compañía por encima de la General Motors en la lista de las 500 mayores empresas de Estados Unidos de la revista Fortune. Su actividad le provee una cifra de negocios anual de 150.000 millones de dólares y Hacienda deja de ingresar, mediante fraude, 30.000 millones de dólares que debería pagar si fuera un negocio legal.

Club de contratistas

La acusación afirma, entre otras cosas, que la comisión tenía un club de contratistas de la construcción que asignaba los contratos, cobraba las comisiones y hacía cumplir sus particulares reglas con los díscolos, provocando problemas laborales o deteniendo el suministro de cemento u otros materiales. También se tratará de probar la sistemática práctica de la extorsión, a cargo de mafiosos, en las grandes obras públicas de Nueva York.El acta de acusación revela también que la comisión, creada en 1931, media en las disputas en el seno de la Cosa Nostra, regula sus actividades, decide a quién hay que eliminar, ratifica los nombramientos de nuevos jefes, aprueba el ingreso de nuevos miembros y supervisa la relación con la Mafia en Italia.

La justicia norteamericana trata de sentar un precedente con este juicio y enviar a los ciudadanos un mensaje psicológico: la Cosa Nostra no es invencible. El presidente Reagan afirma creer que, "por primera vez en nuestra historia tenemos a la Cosa Nostra en retirada. Vamos a quebrar su organización. A sacar sus beneficios y a poner a sus miembros entre rejas, que es su lugar natural".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_