_
_
_
_
Entrevista:

"Sigo siendo útil", asegura Manuel Fraga

El presidente de AP piensa que la contestación contra él, "si la hay", es mínima

Pregunta. ¿Qué cree que ocurrirá ahora con el llamado sector crítico de su partido? ¿Qué pasos darán Jorge Verstrynge o Alfonso Osorio, por ejemplo?Respuesta. El sector crítico como es natural, está claro que no podía incluir al secretario generaL Éste es un partido con una dirección. ¿Que hay que hacer una dirección colegiada? Ya la tienen. Naturalmente, en la Comisión Ejecutiva y en la Junta Nacional surge una diversidad de opiniones de vez en cuando. Pero, hasta ahora, ha habido una mayoría clara a favor de las tesis básicas que defiende la organización mayoritaria en el partido. Usted habrá visto que personas que algunos situaban en el mismo sector opinaron de manera distinta en el tema famoso de la alcaldía de Madrid, y eso es lo lógico. Jorge Verstrynge conserva toda mi estima y aprecio; él sabe que está en la reserva del partido, ahora no era la persona más adecuada para la secretaría general, y, obviamente, él sabe que puede tener otras importantes oportunidades. Por lo que se refiere a Osorio, jamás ha planteado ningún problema, que yo sepa; es un magnífico vicepresidente, con el cual unas veces estoy más de acuerdo que otras, como es natural. Éste es un partido vivo y con grandes posibilidades, que tiene la organización que ha querido darse, en la cual hay un presidente que se elige separadamente de los demás cargos, que tiene el liderazgo principal y que tiene ciertas facultades que ejercerá siempre con moderación: yo no estoy cambiando constantemente, pero cuando hay que hacer cambios, los hago y procuro que sea en servicio del partido.

P. ¿Cree que hay discrepancias de fondo en el sector crítico, o se trata de cuestiones personalistas?

R. Ni lo uno ni lo otro. Ya han explicado varios de ellos -por ejemplo, Fernando Suárez- que una cosa es discutir cada decisión en sus méritos y otra pertenecer a un supuesto sector crítico. Si hay diferencias ideológicas, yo no las conozco; se puede opinar que yo sea alcalde o que no lo sea, que hay que votar sí, no o abstenerse en un referéndum. Yo no he sido muy exigente o muy dogmático en cuestiones de más tráscendencia, como temas relacionados con la familia, por ejemplo, donde ocasionalmente he tolerado alguna discrepancia en algún momento, En general, el partido se ha mantenido bastante idealista y, en las bases, esto ha sido así al cien por cien.

"Imputaciones falsas"

P. ¿Tienen fundamento las acuslaciones, procedentes de un sector de su partido, que hablan de giro a la derecha?R. Me da igual de dónde procedan. Yo digo: no corresponden a la realidad. En este momento es perfectamente opinable el tema, pero yo afirmo que no hay nada de eso. Alberto Ruiz Gallardón es un hombre de 27 años, recordémoslo. Es un hombre joven, que mira al futuro y que, como es natural, tiene los principios del partido. En modo alguno se le puede presentar como una persona que esté a la derecha de nadie. Por lo demás, me produce cierta risa que los mismos que, injustísimamente, llamaron "joven nazi" y otras, cosas a Verstrynge, ahora, en el momento de su relevo, le conviertan en una especie de ángel de la democracia pura. Eso es de risa. Ni lo uno ni lo otro. Y se han hecho además imputaciones falsas: para mí, que una persona sea del Opus no es ninguna prueba de bondad o maldad. Pero tengo que decir que Ruiz Gallardón no pertenece a esa respetabilísima obra, ni ha pertenecido, nunca.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Cree que algunos críticos, en el fondo, lo que plantean es una contestación a la persona de Manuel Fraga como líder de la oposición?

R. No tengo yo la sensación esa. Entiendo que un partido que ha pasado por una elección general y por el abandono de un coaligado al que se le habían hecho concesiones importantes, dé lugar a una contestación y una discusión. Mayoritariamente, todos hemos decidido seguir adelante, aprender y punto. Naturalmente, si alguien tiene esa tentación a que usted se refiere, tengo la sensación de que no le va a salir bien la operación, gracias a Dios.

P. La idea que circuló en algunos medios de su partido, consistente en que usted se presentase como candidato a la alcaldía de Madrid, ¿tenía intenciones ocultas?

R. No creo que se pueda decir eso de un asunto en el que partícipó muy poca gente -lo que pasa es que, como era un tema de verano, tuvo mucho volumen-. Yo he recibido, a cuenta de esto, una correspondencia increíble, y no ha habido ni una sola carta a favor de la idea. En definitiva, ha habido unas gentes que han pensado que el modelo francés era aplicable aquí; otras, que posiblemente han tenido la idea de que, estando yo entretenido en estos temas, tendría menos tiempo para dirigir el partido, dejando eso a otros. Finalmente, es probable que haya alguien que haya promovido mi candidatura frente a alguna otra posible.

"Plantearé mi retirada"

P. Ante la contestación que aparentemente recibe su persona dentro de AP, ¿no ha sentido la tentación, en los últimos días, de arrojar la toalla?R. En modo alguno. Porque la contestación, si la hay, es tan minoritaria que, naturalmente, si no hubiera ni eso sería como alguien que dijese que no tiene que lavarse los dientes, porque siempre los tiene limpios. Un partido político produce siempre diversidad de opiniones y contestaciones. Sigo siendo útil, soy yo el que tiene obligación de plantearmelo, porque al fin y al cabo sé bastante de eso y no debo esperar a que otras personas, por timidez o lo que sea, no se atrevan a decírmelo. Yo plantearé mi retirada cuando me sienta incapaz, disminuido o tal. Pero ocurre que, para bien o para mal, me encuentro físicamente en perfecto estado, moralmente lleno de coraje y con una preparación y una experiencia que hoy no se pueden obtener más que habiendo pasado, como yo, 35 años muy intensos en la vida política. Por ahora, creo que tengo un deber de continuar.

P. ¿Apuesta por la permanencia de la Coalición Popular?

R. Es evidente que la coalición no va a ser la misma tras la marcha del PDP. Pero la idea de un tipo de colaboración entre fuerzas del centro y la derecha yo la sigo considerando fundamental. Unas cosas se conseguirán, con grandes esfuerzos, con pactos preelectorales, y otras parece que no habrá más remedio que hacerlas por pactos poselectorales.

P. Sin embargo, gente importante en AP se pronuncia en contra del mantenimiento de la coalición, o, al menos, de seguir regalando puestos en las listas electorales a otros partidos.

R. Por supuesto, en hacer mejor las cuentas estamos de acuerdo todos. Ya se ha visto que ciertas generosidades pueden ser mal agradecidas. Naturalmente, las cosas se van a hacer cada vez menos mal y con más prudencia.

P. ¿Qué importancia real concede a las elecciones de junio de 1987?

R. Mucha, como es natural. Son elecciones en ocho mil y pico municipios, en 13 autonomías, más en segundo grado en las diputaciones provinciales que subsistan, además de, según se dice, las europeas. Esto hace que, en algún sentido, en su conjunto, sean equivalentes, en su análisis, a unas elecciones generales. Todo el mundo sabe que la gente no vota igual en unas autonómicas que en unas municipales o en unas europeas. Pero la suma de todo eso equivale a un impacto similar a unas elecciones generales, en cuanto chequeo de la opinión. Por tanto, la importancia de las elecciones que vienen es toda y si, además, hubiese elecciones anticipadas en el País Vasco, excuso decirle qué año nos viene.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_