Las Tablas de Daimiel, dañadas por un incendio
Un incendio de proporciones todavía no delimitadas que se declaró a última hora de la noche del pasado viernes amenaza con destruir una importante extensión del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real. El incendio, que afecta sobre todo a las zonas centro y sur -aproximadamente una tercera parte de las 2.000 hectáreas de extensión del parque- todavía no había sido extinguido a última hora de la tarde de ayer, según fuentes oficiales del parque, a pesar de la actividad de tres hidroaviones de Icona y otras tantas máquinas empleadas para hacer cortafuegos.
El director conservador del parque, Jesús Casas, informó ayer que el incendio no había sido controlado todavía, ya que, debido a las características de la vegetación, que forma un "inmenso tapón superficial", según sus palabras, "es muy difícil apagarlo del todo, porque cuando creemos que un foco está extinguido resurge el fuego de otra capa más profunda".Diversas fuentes han coincidido en señalar que este incendio ha sido provocado. Las mismas fuentes han señalado que alguien pudo arrojar una cerilla encendida que prendió rápidamente. El propio director conservador aseguró: "No me cabe ninguna duda de que el incendio ha sido provocado con la intención de dañar el parque natural", singular zona húmeda de La Mancha, sobre la que, a juicio de biólogos y ecologistas, se cierne un futuro incierto a la vista de su progresiva e imparada desecación.
Jesús Casas manifestó que era prematuro hacer estimaciones sobre el daño ecológico que van a sufrir las tablas. "Lo único evidente", dijo, "es que se está quemando el parque". Señaló, así mismo, que no podía hacer una previsión sobre cuándo quedará extinguido el incendio.
Los responsables del parque solicitaron ayer por la tarde la intervención de tres hidroaviones de Icona para controlar las llamas, tarea en la que participa personal del propio parque, de la Guardia Civil, del Ayuntamiento de Daimiel y de la Diputación Provincial de Ciudad Real.
Polémica
Este suceso coincide con la fuerte polémica desatada en las últimas semanas por la realización de obras de limpieza del cauce del río Gigüela a la altura de Villafranca de los Caballeros (Toledo), que cuentan con el apoyo del patronato rector del parque. Este organismo solicitó a la Confederación Hidrográfica del Guadiana la ejecución de trabajos "de limpieza de vegetación y obstáculos en dos tramos del río Gigüela que dificultan la libre circulación de agua por el cauce del río", que alimenta las tablas.Varios grupos ecologistas de la región, que desde el pasado 19 de agosto cuentan con un representante en el patronato, mantienen su oposición a la realización de esas obras.
En opinión de los representantes de estos grupos tales obras contribuyen a la desecación de una de las zonas húmedas de La Mancha mejor conservadas (las lagunas artificiales de Quero y Villafranca, construidas ilegalmente para aprovechamiento cinegético de carácter privado) para intentar regenerar los niveles hídricos de las tablas, lo que se lograría si el caudal llegase a superar los 50 kilómetros de distancia que separan ambas zonas. Los ecologistas tienen serias dudas sobre la posibilidad de que esto suceda.
El presidente del Gobierno regional, José Bono, que visitó el pasado miércoles, día 3, las tablas, aprovechando su asistencia a una corrida de toros en Daimiel, se mostró favorable a "tomar alguna medida drástica y urgente" contra la acción de los grupos ecologístas que en julio paralizaron las obras de limpieza del Gigüela.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es uno de los más importantes de Europa, por la riqueza de su flora y su fauna y porque sirve de lugar de paso para las aves migratorias.
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