_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La bolsa gana peso

EN MENOS de nueve meses, las cuatro bolsas españolas han superado el índice de 200, batiendo un récord que no hace mucho se creía imposible. La euforia ha vuelto a una institución que muchos daban por muerta hace unos años.Las explicaciones sobre lo que está ocurriendo son de variada índole, aunque sobresalen dos de entre ellas. La primera tiene que ver con el llamado dinero negro, eufemismo que designa la parte de las rentas y del patrimonio de los españoles que no se declara a Hacienda, y que estaba colocada hasta hace poco en depósitos en las instituciones financieras o títulos al portador. La ley de Activos Financieros, promulgada el pasado año, levantó el secreto sobre estos activos, obligando a sus poseedores a colocar su dinero en instrumentos opacos, menos rentables, o a blanquearlo de una u otra forma. Es probable que una parte de este dinero haya encontrado el camino de la bolsa.

Otro factor que explicaría el alza -más en otros momentos, como los pasados meses de abril o mayo, que en la actualidad- radica en la afluencia de capitales procedentes del extranjero, en especial de los fondos de pensiones británicos y norteamericanos. La depreciación del dólar y las expectativas de que la baja podría continuar han alimentado la colocación de capitales norteamericanos en los países cuyas monedas se han apreciado frente al dólar. España se ha beneficiado de este flujo, al que ha contribuido la estabilidad política y el mejor conocimiento de nuestro país que ha propiciado el régimen democrático.

Desde el punto de vista técnico existen algunas razones complementarias que explican la subida. La principal es la expectativa de caída de los tipos de interés que, aunque detenida en España desde hace algún tiempo, aún no ha tocado fondo, al decir de los expertos. Esta expectativa es alentada con cierta constancia por cualificados representantes de la Administración. A ello viene a añadirse la estrechez del mercado español, en el que el número de empresas que cotizan es muy reducido en comparación con las bolsas de otros países, y que ha terminado por producir, ante el aumento de la demanda, un fenómeno de racionamiento de los títulos. Los inversores han tenido buenas razones para pensar que el valor nominal de sus acciones iba a modificarse en un sentido favorable para sus intereses. La reciente aprobación del anteproyecto de ley de Fondos de Pensiones por el Consejo de Ministros y la mejora de los resultados de muchas empresas son también explicaciones técnicas a la subida.

El alza de las bolsas españolas no es un fenómeno aislado en el mundo. A lo largo de los últimos meses, las europeas han mostrado una fuerte tendencia alcista, por causas en gran parte similares a las citadas aquí. Además, las familias europeas han privilegiado en los últimos tiempos la colocación de su ahorro en activos financieros. La caída de la inflación tiene que ver con ello, pero también, y de manera decisiva, la expectativa de realizar ganancias de capital. Parece insinuarse el renacer de un cierto espíritu de aventura económica que hacía tiempo había desaparecido de una Europa acostumbrada a la seguridad que procuran sus desarrollados sistemas de protección social.

La reaparición de la elección del riesgo, manteniendo a la par una cobertura razonable de esa seguridad, es un fenómeno positivo para el continente, y de manera especial para España. Mientras tanto, urge en nuestro país ensanchar la base de una institución como la bolsa, permitiendo el acceso a la misma de una serie de empresas que hasta ahora tenían vedada su entrada. De esta manera se ampliará la oferta de títulos y será posible que un número mayor de ciudadanos participe en el mercado financiero.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_