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Tres jóvenes golpea a un hombre tras robarle 175 pesetas y las gafas

Pedro Méndez Romero, de 46 años, fue golpeado por tres jóvenes que le habían robado momentos antes las gafas y 175 pesetas en el paso subterráneo de Atocha a las cuatro de la madrugada del martes. Pedro Méndez trabaja vendiendo libros a domicilio, desde hace un mes, y suele ir a dormir a la estación de Atocha. La víctima visitó dos comisarías y un ambulatorio antes de presentar la denuncia tres horas después de la paliza.

Pedro Méndez atribuye el motivo de la paliza a que sólo llevaba 175 pesetas en el bolsillo. "Al ver que no llevaba apenas dinero, comenzaron a golpearme en la cara y a insultarme dando gritos. Sólo le vi la cara a uno, era un chico de unos 28 años. Les pedí que no me quitaran las gafas, pues las necesito para ver; pero se las llevaron".Tras la agresión, Pedro Méndez, se dirigió a la comisaría más próxima, la situada en la estación de Atocha, para presentar la denuncia. "Cuando llegué, salió un agente joven sin camisa y haciéndome aspavientos con los brazos, me dijo que me marchara. Ni me escuchó ni me dio ninguna explicación". Según informa la Jefatura Superior de la Policía, "la comisaría situada en la estación ferrovaria atiende los incidentes ocurridos dentro de ella. Lo lógico es que le mandaran a la comisaría más cercana".

Sin embargo, Pedro Méndez, señala que fue un transeúnte el que le informó de la existencia de la comisaría de la calle de Huertas, 76, a unos 400 metros de Atocha. "Me vieron", cuenta, y comenzaron a reírse de mí. Yo iba con la ropa salpicada de sangre y la cara llena de hematomas. Empezaron a decirme:'¡Jo, cómo te han puesto en un tono despectivo. Después de la chufla, me dijeron que hasta que no fuera a la casa de socorro de Retiro no me atendían".

La policía explica que una denuncia por agresión debe ir acompañada del preceptivo parte médico de lesiones. "Cuando la víctima llega gravemente herida, o la Casa de Socorro está lejos, se le traslada normalmente en coche" señala un portavoz policial. La Casa de Socorro de la calle Gobernador, 39, está a dos manzanas de la comisaría de Huertas.

"No estaba el médico"

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Según Pedro Méndez, en la Casa de Socorro no le atendieron en absoluto. "No estaba el médico. Sólo un chico joven con bata verde. Me dijo que me lavara un poco, pero allí no había ni toalla con que secarse. Me pidieron mis datos personales. Llegó el que parecía ser el médico, firmó un papel, y sin mirar qué me pasaba ni qué tenía, me dijeron que ya podía ir a la policía".

De nuevo en la comisaría de Huertas, el agredido pudo formular la denuncia. "El trato que recibí", señala, "fue pésimo y sin ninguna amabilidad".

Cuando le dijeron que ya le llamaría el juez y Pedro Méndez salió de la comisaría eran las 7.30 del martes. "Lo que más me ha dolido de todo", dice, "es que para una vez que he acudido a la policía se hayan reído de mí y me hayan tratado como a una rata".

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