La tromba de agua caída sobre Madrid numerosos accidentes y salidas de bomberos

La tormenta caída desde la madrugada hasta mediodía de ayer provocó numerosas inundaciones en distintas zonas de la capital y de la provincia y fue la causa de numerosos accidentes de tráfico, entre ellos uno, espectacular, que obligó a cortar la carretera de Barcelona mientras se retiraba un camión cisterna que rompió la protección central y chocó contra un turismo portugués cuyos ocupantes resultaron heridos de diversa consideración. El accidente más grave se produjo, sin embargo, en la madrugada de ayer cuando murieron tres jóvenes al incendiarse el vehículo en que viajaban.

Los bomberos madrileños habían realizado hasta primeras horas de la tarde de ayer una treintena de salidas, la mayor parte de ellas motivada por la fuerte tromba de agua caída sobre Madrid. Según el Instituto Nacional de Meteorología, en la Ciudad Universitaria se llegaron a registrar 16 litros por metro cuadrado, caídos en medio de un fuerte aparato eléctrico.Como consecuencia de la lluvia, los bomberos madrileños tuvieron que trabajar ininterrumpidamente desde primeras horas de la mañana en sanear comisas y achicar agua de sótanos y vías públicas. Asimismo los bomberos de la Comunidad de Madrid, a partir de las cinco de la madrugada, tuvieron que hacer numerosas salidas por inundaciones, en especial a la zona sur.

Choque espectacular

Entre las numerosas colisiones que a causa de la lluvia se produjeron en la provincia destacó un accidente en el que dos personas resultaron heridas de gravedad y otras tres de carácter leve. El accidente, muy espectacular, ocurrió sobre las 11.30 en la carretera de Barcelona, en dirección a Madrid, unos metros antes de la desviación a Canillejas. "Yo sólo vi un Seat 850 que frenaba de forma imprevista en el arcén y por no arremeter contra él giré contra la valla metálica lateral", dice Mariano Galván, conductor de un camión Daf matrícula de Zaragoza 5076-U cargado con electrodomésticos. Este conductor no se enteró de nada más, pues en el choque con la valla, la cabina quedó mirando en sentido contrario mientras él se golpeaba la cabeza contra el cristal delantero.

La acción del camionero hizo que el conductor de un camión cisterna que venía detrás girara bruscamente, esta vez a su izquierda. El vehículo, matrícula de Madrid 2306-FG, rompió la barrera central e invadió el sentido contrario de la autopista, chocando con un turismo en el que viajaba una familia portuguesa formada por un matrimonio y dos hijos. La mujer, Concepción Ferreira, fue trasladada en estado muy grave al hospital Ramón y Cajal. El marido, José Luis Oliveira, tuvo que ser rescatado por los bomberos también en estado grave. Los hijos fueron atendidos de heridas leves.

Fuerte velocidad

Sin embargo, el accidente más grave ocurrido este fin de semana en Madrid se registró en la madrugada de ayer. Tres jóvenes murieron calcinados en un accidente de tráfico ocurrido en el carril central de la M-30, a la altura del puente de Costa Rica, en dirección sur. Las víctimas viajaban en un deportivo Matra Simca blanco, matrícula M-6363-EU, que, según los primeros indicios, chocó lateralmente con uno de los pilares del puente, al lado izquierdo de la calzada. Los fallecidos son Joseba Gurriza Barrena, de 20 años, y Manuel Gómez Moreno y Antonio González Rosales, ambos de 22.

El accidente se produjo al filo de la una de la madrugada. El coche viajaba a elevada velocidad cuando, según testimonios recogidos por la policía, saltó por los aires sin explicación aparente. Los restos del vehículo quedaron esparcidos en un área de unos 500 metros cuadrados.

La policía barajaba en un primer momento varias hipótesis: el reventón de una rueda, un fallo del conductor o del vehículo con posterior explosión del motor... Sin embargo, la versión oficial señaló ayer que la causa del accidente estuvo probablemente en el impacto lateral del coche con uno de los pilares del puente de Costa Rica. La elevada velocidad del vehículo accidentado en el momento del choque explica la espectacularidad del siniestro.

El chasis del coche quedó reducido a poco más que unos hierros retorcidos y humeantes en el lado izquierdo de la calzada. Sólo la parte frontal del morro permitía identificar el coche, que reposaba sobre los restos de sus cuatro ruedas.

En la calzada quedaron los restos calcinados de los ocupantes. El juez de guardia ordenó el levantamiento de los cadáveres poco después de la 1.30. Piezas del motor y de la carrocería, ropas chamuscadas y materiales ennegrecidos salpicaban el espacio que separan los carriles centrales y laterales de la vía.

El tráfico en los carriles centrales de la M-30 en dirección sur quedó interrumpido por espacio de varias horas. En los laterales se concentraron cerca de una veintena de coches de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Municipal. Intervinieron también dos coches de bomberos.

Instantes después del accidente, cuatro vehículos que circulaban por la parte superior del puente de Costa Rica se vieron implicados en una colisión múltiple. Varios de los ocupantes de los coches accidentados resultaron heridos de diversa consideración y fueron trasladados a centros sanitarios próximos. La causa de este accidente fue la parada repentina del primer vehículo: el conductor detuvo la marcha para observar el incendio del Matra Simca, que ardía a escasos metros.