Los agentes chilenos que espiaron en la Embajada de España se negaron a reclutar personal

Los dos agentes de la policía secreta chilena, la Central Nacional de Informaciones (CNI), abandonaron su labor de espionaje sobre la Embajada de España en Santiago de Chile cuando un superior les pidió que iniciaran un estudio del personal dentro de la representación diplomática para ver la posibilidad de reclutarlo. Así lo contaron ayer dos ex diputados democristianos chilenos, Carlos Dupré y Sergio Páez, a quienes les llegó la denuncia e investigaron el caso. Antes de abandonar el país, los dos agentes dejaron grabado un testimonio en videocasete, cuyo contenido está previsto que se dé a conocer hoy por los dos ex parlamentarios.Según confesaron los dos agentes -Víctor Leónídas Enriqui Valenzuela, de 31 años, y Gregorio Patricio Geldres Santander, de 33, ambos cabos de la Armada retirados-, abandonaron su trabajo porque "mientras más se obtiene, más se pide". "Estamos llegandoa un momento en que se nos pide reclutar a gente de las embajadas, que es lo más efectivo".

Para reclutar personal -dijeron los agentes antes de salir del país-, estudiaban a los empleados de la embajada, sobre todo a los de nacionalidad chilena, tratando de determinar su vulnerabilidad. Los agentes dijeron que "la mayoría del personal de seguridad de las embajadas es en cierto modo vulnerable".

Además de la representación española, la CNI, según los agentes, tenía bajo su mira a las embajadas de Italia, Holanda, Uruguay y Venezuela. Respecto de la de Estados Unidos dijeron que tiene medidas de seguridad efectivas, pero su vulnerabilidad reside en el personal de seguridad que contrata a través de una empresa estadounidense.

Información sobre chilenos

Según los ex parlamentarios Dupré y Páez, los dos agentes entregaron los antecedentes cuando el régimen comenzó a exigir el reclutamiento de personas. Ellos estaban recopilando información para iniciar una persecución contradirigentes políticos chilenos.

Los agentes recogían la basura y desperdicios de la Embajada española los miércoles y viernes, entre las siete y ocho de la mañana. Después procesaban los restos de papel, borradores y cintas de máquinas de escribir.

Por otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores de Chile, Jaime del Valle, se ha comprometido a investigar el supuesto espionaje que dos antiguos empleados de la Embajada española en Chile efectuaron en la sede de la representación diplomática.

El embajador de España en Santiago de Chile, Miguel Solano Aza, fue recibido en la tarde del martes por el ministro de Exteriores chileno, a quien pidió explicaciones por el supuesto espionaje en la embajada. Según informó ayer en Madrid un portavoz de la Oficina de Información Diplomática (OID), el ministro chileno se comprometió a comenzar una investigación y trasladar sus resultados al Gobierno español.