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Los radicales acosan a Berri

La presión shií sobre las fuerzas de la ONIJ en el sur de Líbano cuestiona el liderazgo en Amal

La persistencia del acoso a las posiciones de la Fuerza Internacional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) por milicianos shiíes revela que el líder de Amal, Nabih Berri, ha sido parcialmente desbordado en, este conflicto por correligionarios más radicales que acusan a los cascos azules de impedirles luchar contra Israel Pese al acuerdo adoptado el martes para poner fin al conflicto, cientos de milicianos armados continúan cercando las bases del contingente francés de la FINUL en el sur del país. Esos grupos animados por militantes proiraníes, han ampliado su acoso a bases de los contingentes de Finlandia e islas Fiyi.El alto el fuego acordado el mediodía del martes -tras 12 horas de implacable cerco a las bases francesas y activas gestiones entre París, Damasco y Beirut- mostró su fragilidad en la noche siguiente. Los milicianos shiíes no levantaron el campo y continuaron disparando de modo esporádico, contra los cascos azules franceses.

La comisión encargada de investigar los incidentes de Abasiej y Maárakej (en el sur de Líbano) -en los que han muerto tres militantes shiíes y han resultado heridos entre 15 y 18 franceses de la FINUL- ha comenzado su trabajo, mientras se mantiene a duras penas una tensa tregua en la que las dos fuerzas permanecen frente a frente, informó ayer un portavoz de la fuerza internacional.

Los shiíes reclaman la entrega del soldado francés que el lunes mató a dos de sus camaradas en un control de carretera de la FlNUL situado en las cercanías de la ciudad de Tiro.

El entierro de esos dos militantes de Amal fue impresionante, con enturbantados y barbudos clérigos, golpes, en el pecho, profusión de armas y gritos de "muera Francia".

El escenario de estos incidentes es la región de Tiro, 74 kilómetros al sur de Beirut y 20 al norte de la frontera de Israel. Hay en la zona 5.825 soldados de la fuerza de las Naciones Unidas, un cuerpo especial de las Naciones Unidas creado en 1978 para intentar evitar los choques armados entre los israelíes y los palestinos y otros combatientes árabes del sur de Líbano. Hasta ahora, 126 hombres -de ellos, 18 franceses- han muerto en la dificil tarea pacificadora.

La mayoría de estas bajas en las filas de los cascos azules han sido provocadas por fedayin palestinos radicales o por los milicianos del general cristiano Antoine Lahad, que ejerce en el área funciones de policía para Israel.

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El actual es el primer conflicto grave que opone a los cascos azules con el movimiento shií Amal y evidencia la existencia en el seno de éste de dos actitudes diferentes respecto a la FINUL.

Retirada para siempre

Si Nabih Berri repite estos días una y otra vez su apoyo a la misión de la FINUL y su condena de los actuales acontecimientos, muchos de los combatientes de Amal en el sur de Líbano afirman que los cascos azules deben retirarse para siempre y permitirles enfrentarse directamente a Antoine Lahad e Israel.

Los shiíes proiranies, fuertes en el sur, son los más opuestos al papel de la fuerza internacional, compuesta por solidados de Francia, Finlandia, Ghana, Italia, Noruega, Nepal, Suecia e islas Fiyi.

Husein Musawí, líder del integrista y proiraní Arrial Islámico y hombre fuerte asimismo del Hezbolah, o Partido de Dios, declara estos días que "la FINUL y, en particular, el contingente francés sólo sirven para dificultar la lucha de los movimientos de resistencia contra el ocupante israelí".

Israel nunca ha cumplido enteramente la resolución 425 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que le obliga a retirarse a sus fronteras internacionales. Por el contrario, mantiene en el sur de Líbano lo que denomina una franja de seguridad y sostiene a la milicia de Lahad, con el objeto de impermeabilizar su frontera norte.

Los observadores políticos en Beirut temen que los actuales sucesos puedan poner en peligro la presencia de la FINUL en el sur de Líbano, pese a seguridades ofrecidas por el presidente francés, Fraçois Mitterrand, y el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar.

A la defensiva

Timur Goksel, portavoz de la FlNUL, ha declarado que los cascos azules "se mantienen a la defensiva y se limitan a contestar con armas ligeras, cuando son atacados con granadas, cohetes morteros".

Ningún incidente serio se ha producido desde la madrugada del miércoles hasta la tarde de ayer en la zona del conflicto, pero los contendientes se mantenían en sus posiciones con los dedos en los gatillos.

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