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Dos policías nacionales y una mujer, heridos leves por la explosión de un coche bomba en Bilbao

Dos policías nacionales y una mujer resultaron levemente heridos ayer por la explosión de un coche bomba en Bilbao. Todos los heridos fueron dados ole alta tras ser sometidos a revisión en centros sanitarios de la capital vizcaína. La explosión causó daños materiales en los edificios próximos. El atentado se produjo a las 9.15, cuando dos coches patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana circulaban a la altura del número 33 de la Ribera de Deusto, por una carretera que bordea el Nervión a su paso por Bilbao. El automóvil que marchaba en cabeza había iniciado la maniobra de aparcamiento frente a un bar de la citada calle cuando hizo explosión el artefacto, presumiblemente accionado desde la ribera opuesta.

La bomba contenía entre dos y cinco kilos de Goma 2, llevaba dos kilos de tornillería como metralla y estaba situado en el interior de un Citroën 2 CV matriculado en Bilbao, según informaron fuentes del Gobierno Civil de Vizcaya. La explosión alcanzó a la parte trasera del primer vehículo policial y a la delantera del que iba detrás. Dos miembros de la dotación que ocupaba el segundo vehículo resultaron heridos con cortes en la cara y cuello por la rotura de los cristales del vehículo. Una vecina de la zona, María Ángeles Rojas, de 31 años de edad, fue alcanzada por una piedra en la zona Ocular derecha.

Los policías nacionales heridos salieron por su propio pie del vehículo y se trasladaron a un centro sanitario, donde poco después fueron dados de alta. La mujer fue trasladada por una ambulancia de la, Asociación de Ayuda en Carretera al hospital de Basurto, donde fue atendida y dada de alta.

Los testimonios de testigos del atentado en una y otra margen de la ría achacaban el mismo a dos jóvenes, que accionaron supuestamente el explosivo desde un colegio situado en la ribera opuesta. Trabajadores de un taller próximo al lugar del atentado afirmaban liras la explosión que el Citroën utilizado no se encontraba allí a las ocho de la mañana, cuando habían llegado a su lugar de trabajo.

La explosión causó enormes daños materiales en las casas próximas y rompió cristales en la margen contraria. DI número 33 de la Ribera de Deusto es una vivienda parcialmente abandonada, cuyo único ocupante vive en la planta tercera.

La explosión destrozó las plantas inferiores, donde los bomberos tuvieron que retirar gran cantidad de escombros Aunque no corrían peligro de derrumbe, todas las plantas de la casa quedaron afectadas por la explosión.

En las viviendas cercanas, la rotura de cristales era general, la onda expansiva había arrancado contraventanas y persianas y las puertas interiores quedaron desencajadas. Tanto en las viviendas como en el taller próximo al lugar del atentado se habían desprendido tejas. Los vecinos manifestaban recelo a proceder a la reparación sin garantías sobre la solidez de los tejados.

El automóvil que contenía el explosivo quedó reducido al chasis metálico. Parte del motor y piezas de su carrocería fueron arrojadas a más de 50 metros. Otros vehículos que se encontraban aparcados en el lugar sufrieron daños.

El pasado 28 de junio se produjo en Bilbao un atentado de similares características cuando un artefacto explosivo fue accionado a distancia al paso de dos coches patrulla de la Policía Nacional por la calle de Las Cortes, en la zona de prostitución y alterne de la capital vizcaína. En aquella ocasión, tampoco se produjeron víctimas mortales y los edificios próximos al lugar donde fue perpetrado el atentado quedaron seriamente dañados por la explosión.

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