Calviño pide que las cadenas privadas desembolsen el 33% de su inversión

Los problemas -especialmente económicos- de la implantación de la televisión privada en España y la compatibilidad entre las cadenas públicas y privadas fueron tratados en el curso sobre Información y medios audiovisuales en la CEE organizado por la Escuela Asturiana de Estudios Hispánicos y celebrado la pasada semana en La Granda (Asturias). Para evitar el riesgo de "un futuro INI de la televisión", el director general de RTVE, José María Calviño, propugnó que a los concesionarios de cadenas privadas se les exija el desembolso de la tercera parte del capital que se considere mínimo para la viabilidad del proyecto.Calviño hizo esta afirmación tras revelar que, conforme se va conociendo la complejidad económica de la televisión, "son precisarriente los empresarios más solventes los que comienzan a darse cuenta de los problemas que se aproximan". Para Calviño, que dijo hablar "más como ciudadano que como director general de RTVE en funciones", lo primordial es regular la. radio y la televisión, de modo que se sepa a qué atenerse en cuanto al modelo público y privado de una y otra.

Calviño advirtió del riesgo de que "la televisión privada se regule contra la pública", de modo que del llamado monopolio televisivo -"tan legítimo como el monopolio estatal sobre Renfe o Telefónica, que nadie discute", dijo- se pase "al oligopolio" (gobierno de unos pocos). El director general de RTVE se mostró partidario de una regulación que evite "ese fiasco" a los ciudadanos, que calificó como "estafa liberal". Señaló otro riesgo de la televisión privada para el conjunto de los ciudadanos españoles: el de que quienes hoy reclaman libertad económica recurran después a "papá Estado" en demanda de subvenciones o requieran ser resucitados con dinero público de un nuevo "cementerio económico al estilo del INI".

En apoyo de esta posición, el director general de medios de comunicación social, Francisco Virseda, se refirió, por su parte, a la situación de insolvencia económica en que se encuentra gran parte de la Prensa, a pesar de las subvenciones estatales que recibe y que, desde 1984, se encuentran objetivadas y reguladas por ley. Según dijo, en este momento, "el 25% de la Prensa diaria es embargable", debido a las deudas al fisco y a la Seguridad Social. Virseda señaló que entre los peticionarios de una cadena de televisión privada se encuentra el titular de un periódico con 3.000 ejemplares de tirada.

El 'cambio' del PSOE

Sobre la causa real que llevó al PSOE a adoptar la decisión política de regular la televisión privada en España, Calviño aseguró que la razón no era "la ingobernabilidad de la televisión pública" ni su inviabilidad económica, y recordó que durante su mandato los 7.000 millones de pesetas que se encontró de agujero se han convertido en 7.000 millones de pesetas de superávit. Calviño aceptó que el cambio de actitud socialista pudo deberse a presiones externas.

El senador socialista Juan González Bedoya explicó el proceso interno producido en el PSOE; y la diputada Ana Balletbó declaró, con ironía, que "hay presiones que hacen reflexionar". Balletbó estimó legítima la presión de los medios de comunicación, "que desean ampliar el campo de su actividad", o las exigencias de un mercado que venderá más televisores mientras más cadenas se implanten. Advirtió que cuando haya cirico canales es posible que al apretar cada uno de ellos "aparezcan siempre Dallas o Dinastía".

El diputado de Coalición Popular Francisco Álvarez Cascos criticó el, a su juicio, carácter sectario de TVE "con tendencia a la estalinización del medio". El presidente de turno del Consejo de RTVE, Rafael Estévez, contestó, mordaz: "Si al menos hubiera dicho gorbachovización...". Álvarez Cascos criticó el gubernamentalismo de la televisión del Estado, censuró la futura concesión decadenas privadas "a los amigos" y afirmó que, "por su defensa de: la libertad, junto a los comuneros de Castilla, Padilla, Bravo y Maldonado hay que colocar ahora a Mauro Muñiz y José Luis Balbín". Calviño contestó que Muñiz es "un antiguo escritor, hoy gacetillero en un periódico panfletario en el que sostiene posiciones ultramontanas". Llamó a Balbín "incontrolado de lujo" y expresó su deseo, de que sea elegido eurodiputado "y empiece a cobrar de la CE, a ver si con ese dinerillo podemos contratar a alguien", dijo.