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Corazón artificial

THE WASHINGTON POSTEra el más joven de los cinco hombres a quienes se les había implantado un corazón artificial, y el que más había sobrevivido. Y si su propio corazón estaba dañado y prácticamente inservible, este hecho nunca se vio reflejado en su cálida y vital personalidad. A William Schroeder, que falleció el miércoles en el hospital de Louisville, se le recuerda no sólo por la parte que jugó en la historia de la medicina, sino por el contagioso encanto con el que recibió los primeros éxitos del proceso. ( ... ) El ánimo y confianza que mostraba cosechó la admiración de las gentes y dio razones para creer que el corazón de Jarvik pudiera funcionar.La serie de ataques de apoplejía que se inició tan sólo unas semanas más tarde de su operación, en noviembre de 1984, hicieron perder esta esperanza. Así como la suerte que corrieron los demás implantados. El primero, Barney Clark, vivió 112 días, pero nunca abandonó el hospital. Jack Burcham sufrió hemorragias masivas y, murió diez días después de la operación. Murray Haydon vivió más de un año, pero rara vez sin el aparato para mantener la respiración artificial. Y Leif Stenberg, que recibió su corazón artificial en Suiza, nunca recuperó realmente su salud y vivió tan sólo siete meses.

¿Merece la pena la dura prueba a la que han sido sometidos estos cinco hombres con estas experiencias del corazón artificial? Existen opiniones diversas. ( ... ) La familia de William Schroeder, que sufrió su deterioro tan penosamente, propugna que "esto no se considere como el final del corazón artificial, sino como la continuación del comienzo". ( ... )

, 11 de agosto

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