El regreso de John McEnroe devuelve la esperanza al mundo del tenis
La reaparición del norteamericano John McEnroe ha devuelto la esperanza al mundo del tenis, que había caído en la monotonía, según reconocen personas vinculadas a los ambientes tenísticos. El que fuera número uno del mundo perdió, el pasado sábado, en semifinales del torneo de Stratton Mountain (EE UU) frente al alemán occidental Boris Becker, considerado el número dos del momento, por una apretadísimo 3-6, 7-5 y 7-6 (10-8), después de que Bum Bum salvase cinco bolas de partido. Técnicos, jugadores y organizadores reflexionan sobre la posibilidad de que McEnroe vuelva a situarse en la cima del tenis mundial.
McEnroe, que el dos de agosto se casó con la actriz Tatum O'Neal, con la que, el pasado 23 de mayo, tuvo un hijo (Kevin), hacía su reaparición oficial en Stratton Mountain. El tenista, que el pasado año se adjudicó nueve torneos -Masters de Nueva York, Filadelfia, Houston, Milán, Chicago, Atlanta, Stratton Mountain, Montreal y Estocolmo-, se retiró después de perder, en octavos de final del Masters 86, con su compatriota Brad Gilbert, por 5-7, 6-4 y 6-1. Hasta enfrentarse, el pasado sábado, contra Becker, McEnroe había derrotado al alemán en sus tres anteriores confrontaciones.El papel de McEnroe en Stratton Mountain, donde fue el cuarto cabeza de serie detrás de Lendl, Becker y Connors, ha replanteado de nuevo la gran incógnita del momento: ¿podrá McEnroe recuperar su vieja forma? Supermac reconoció que había estado nervioso en los momentos cruciales. "Estuve un poco nervioso, aunque eso no resta méritos a la victoria de Becker. Mi saque no fue lo suficientemente fuerte como para ganar los puntos decisivos y eso es peligroso cuando te enfrentas a un hombre como el alemán, que jamás da un partido por perdido". Cuando le pidieron que se pusiera una calificación, McEnroe apuntó que "creo haber merecido un aprobado alto, aunque esta semana, en el Open de Canadá que se disputa en Toronto, espero obtener un notable o, incluso, un sobresaliente".
McEnroe es el tercer número uno que se aleja durante unos meses para volver a la actividad después de un largo descanso. Los dos anteriores fueron el sueco Björn Borg y la norteamericana Chris Evert-Lloyd. Borg, tras descansar en el invierno de 1982, regresó al tenis en el torneo de Montecarlo -donde fue derrotado por el francés Yannick Noah- y Las Vegas, donde cayó ante el norteamericano Dick Stockton. Ahí se acabó su vuelta. El regreso de Chris, que descansó en el invierno de 1981, fue triunfal, pues en el verano de 1982 volvía estar en la cúspide del tenis femenino.
Diversas opiniones
Las opiniones en tomo al retorno de McEnroe son diversas. "La verdad es que todo dependerá de las ganas que tenga de ser de nuevo el número uno. Desde luego", ha comentado Noah, "todos los regresos son difíciles. Hay que saber qué ha hecho durante estos meses, porque si se ha pasado el día cuidando de su hijo, está claro que no volverá a ser el de antes". "Para el circuito masculino es importantísimo que John vuelva a ser el de antes", ha declarado la norteamericana Martina Navratilova."Si recupera su entusiasmo por el tenis", apunta Marty Riessen, antiguo jugador y capitán del equipo de Copa Davis de EE UU, "John puede conseguir cuanto se proponga. El problema será de confianza". "El circuito profesional es muy duro. A veces te sientes como un prisionero", dice el sueco Mats Wilander, "no cabe duda de que McEnroe lo tiene difícil".
Jacques Dorfmann, organizador de torneos, señala que "creo que su problema será más mental que físico, contrariamente a lo que le sucedió a Borg. El sueco se entrenaba seis horas al día; cuando dejó de hacerlo, no pudo ser el mejor. Sin embargo, John no ha sido nunca un enamorado de los entrenamientos. Sus mejores cualidades son la habilidad, imaginación, concentración. McEnroe deberá demostrar las próximas semanas que sigue siendo el mejor en esas facetas".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.