Estados Unidos y CE evitan la guerra comercial

Estados Unidos y la Comunidad Económica (CE) anunciaron ayer la consecución de dos acuerdos sobre el comercio bilateral agrícola y siderúrgico, que, una vez ratificados por los 12 miembros de la CE, evitarán una temida guerra comercial entre ambas partes del Atlántico.Los detalles de los acuerdos serán hechos públicos dentro de 48 horas, plazo concedido a la CE para comunicar sus términos a los Gobiernos de los 12 países miembros. Por esta razón no se produjeron ayer reacciones en Madrid a los pactos.

Una declaración conjunta firmada por el negociador norteamericano, Clayton Yeutter, y el comisario europeo encargado de las relaciones exteriores, Willy De Clercq, daba cuenta escueta del acuerdo que regulará las exportaciones de acero de los países comunitarios a Estados Unidos. Unas horas antes, el representante de la Administración Reagan había anunciado, asimismo, que su país y la Comunidad Europea habían llegado a otro entendimiento de principio sobre sus diferencias comerciales en el terreno agrícola.

Los acuerdos alcanzados a primera hora de la mañana de ayer deben poner fin rápidamente a algunos de los contenciosos abiertos en los últimos meses entre la CE y Estados Unidos, como era la denominada guerra de los espaguetis, así como las restricciones para las exportaciones de cítricos procedentes de los países del sur del Mediterráneo.

A cambio de presumibles concesiones económicas, que no serán hechas públicas hasta dentro de 48 horas, Estados Unidos, a pesar de sus dificultades agríco las internas, cesará de oponerse al trato preferencial que los europeos consideran que hay que conceder a toda costa a los países de la cuenca mediterránea, indicaron ayer fuentes europeas.

Más alla de los aspectos técnicos, este principio de entendimiento, que sigue en el tiempo al compromiso sobre las exportaciones de maíz estadounidense a la península Ibérica, "tiene una importancia política mayor", según una fuente próxima a la Comisión Europea. Se trata de que las dos principales potencias coinerciales a nivel mundial han decidido apostar por la negociación antes que enfrascarse en unas batallas comerciales que, por la vía de los derechos de aduana y los cupos, corría el riesgo de llevar al imundo occidental por la senda del proteccionismo.

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