Robo aéreo

Soy un ciudadano español que, tras 32 años de ausencia de su patria, regreso en compañía de mi esposa para visitar a mis hermanos y demás familia, el día 11 de junio de 1986, en el vuelo 984 de la compañía Iberia. A punto de marchar, me animo a dirigirme a usted para manifestarle que el único recuerdo doloroso que me llevo de mi visita, y que ha enturbiado ésta de manera no desdeñable, ha sido el desvalijamiento de las dos maletas que formaban nuestro equipaje, que habían sido entregadas a custodia de empleados de la citada compañía en el aeropuerto de Buenos Aires y que nos devolvieron a su vez cerradas en el aeropuerto de Barajas, percatándonos del incidente cuando procedíamos a deshacerlas. Afortunadamente, no hurtaron nada de valor, pues nada de valor traíamos, pero enturbiaron nuestro gozo de vemos entre los nuestros al sustraer un sinfín de pequeños obsequios que para cada uno de ellos habíamos adquirido como recuerdo de nuestra tierra adoptiva, así como numerosos enseres personales de mi esposa y míos- Gabriel Cabello.