24 muertos en Beirut por la explosión del segundo coche bomba en dos días

Al menos 24 personas murieron ayer en la capital libanesa y otras 184 resultaron heridas al hacer explosión un coche bomba en el barrio musulmán de Barbir (Beirut oeste), próximo a la línea de demarcación que divide la capital libanesa. Se trata del segundo atentado del mismo tipo que se produce en la ciudad en 24 horas. El día anterior, otro coche bomba causó 32 víctimas al otro lado de la finca verde, en el sector cristiano.

La explosión que sacudió la capital libanesa poco antes del mediodía de ayer aumentó los temores de que cristianos y musulmanes se vean nuevamente atrapados en una guerra de coches bomba como la que causó estragos en agosto del año pasado. Beirut se estremeció además ayer con el estruendo de aviones israelíes que rompieron la barrera del sonido tras efectuar ataques de simulación contra posiciones de grupos guerrilleros palestinos atrincherados en las colinas del este de Beirut.Como el atentado del pasado lunes en Beirut este, el ataque de ayer estuvo claramente dirigido a causar el mayor número de víctimas posible. El coche bomba estalló en una calle del populoso barrio de Barbir, en medio de puestos ambulantes de venta de fruta y verdura y tiendas de ropa y a pocos metros de una de ]las más concurridas estaciones de taxi, a menos de tres manzanas de la línea verde.

"Lo único que se sabe es que era un Volkswagen cargado por lo menos con 75 kilos de explosivos", manifestó un policía que recogía los fragmentos de docenas de coches destruidos, calcinados por la explosión. Aparentemente, el poder destructivo del vehículo quedó multiplicado por el efecto de varios proyectiles (de mortero escondidos en el maletero. La explosión arrancó literalmente la fachada de un edificio de 13 pisos, devastó al menos 12 puestos de venta y esparció mampostería y vidrios rotos en un radio de 200 metros.

"¿Por qué nos hacen esto?", se preguntaba un sastre al borde de las lágrimas, mientras recogía algunas cajas de su taller, que había quedado destruido, a pesar de encontrarse a más de 20 metros del lugar de la explosión. "¡Quién sabe! Quieren hacernos pagar lo que les pasó a ellos ayer...", le contestó un transeúnte.

Los dos atentados son los primeros de esta clase que se producen desde que Siria envió tropas a Beirut oeste para ayudar al Ejército libanés a controlar el musulmán, tras más de dos años de caos y violencia.

Al otro lado de la línea verde, los cristianos enterraron ayer a las víctimas del atentado perpetrado el pasado lunes en el barrio de Ein Rumaneh, en medio de una huelga de protesta que paralizó Beirut este.