Cuatro asesinatos y varias detenciones en los comicios de ayer en Tailandia

Cuatro personas asesinadas, un bombardeo vietnamita de pequeñas proporciones sobre un colegio electoral en la zona fronteriza con Camboya y varias detenciones por intentos de compra de voto o por beber alcohol, prohibido durante los comicios, fue lo más destacado de la jornada electoral de ayer en Tailandia, cuyos resultados oficiales se conocerán hoy.

No se espera que ningún partido obtenga la mayoría absoluta en la Asamblea de Representantes, de 347 escaños, a pesar del avance previsto para el Partido Demócrata (PD). El ex general y actual primer ministro, Prerni Tinsulanonda, será, con toda probabilidad, llamado a formar otra vez un nuevo Gabinete de coalición."Ha sido una de las jornadas electorales más tranquilas" dijeron medios policíales, a pesar de las nueve personas muertas -cuatro en la jornada de ayer- durante la larga campaña electoral que se inicio el pasado 1 de mayo.

Las previsiones de voto indicaban, a medianoche de ayer en Bangkok, que el PD, de tradición liberal, continuará con el mayor número de escaños y superará la barrera de los 100 en la nueva Asamblea, con lo que seguirá ostentando la minoría mayoritaria. El PD se verá obligado a formar coalición con otros, partidos, como el Chart Tai (Nación Tai, derechista conservador) y el Partido de Acción Social, que se vislumbran como las dos segundas grandes fuerzas políticas.

La verdadera batalla política comenzará hoy cuando los líderes de los partidos políticos -la mayoría con gran número de ex militares- se reúnan a negociar la formación de un nuevo Gobierno de coalición. Todo parece indicar que el primer rninistro Prem, de 65 años de edad y superviviente a dos intentos de golpe militar desde su acceso a la presidencia en mayo de 1980, será la persona de compromiso para formar Gobierno.

Punto de fricción

Prem no era candidato en esta elección, pero la actual Constitución tailandesa permite que una persona pueda ser nombrada para el cargo de primer ministro sin necesidad de haber sido directamente elegido en las urnas. Hecho éste que será una de los mayores puntos de fricción entre las fuerzas políticas a la hora de renovar el mandato de Prem. El Partido Demócrata reiteró en su campaña que el nuevo primer ministro debiera ser un líder elegido en las urnas, condición que no reúne Prem y que, de ser mantenida por los demócratas, podría conducirles a la oposición. Prem cuenta, sin embargo, con el apoyo de la Casa Real tailandesa y, sobre todo, de las Fuerzas Armadas, omnipresentes en la vida política del país.El índice de participación, tal como se esperaba, fue muy bajo en el área urbana de Bangkok (de alrededor del.30%), aunque más alto en el resto del país. A última hora de ayer, se calculaba que sólo unos 13 millones de personas (de un censo electoral de casi 25) habían acudido a las urnas en este país del sureste asiático que cuenta con 51 millones de habitantes.

Como gran novedad de la elección general tailandesa de este 27 de julio los observadores destacaban que las cadenas de televisión, controladas por los militares, dieron por vez primera información en directo del desarrollo de la jornada electoral y del recuento de votos. El hecho se ha interpretado en Tailandia como un símbolo más de la progresiva apertura política del país, donde los militares -con una historia de 16 golpes o intentos de golpe de Estado desde 1932- tienen mucho que decir en los asuntos políticos.