Soldados 'gurjas' ponen fin en Nueva Delhi a enfrentamientos entre hindúes y sijs
Soldados, entre ellos los famosos gurjas, con orden de disparar contra los que violaran el toque de queda, ocuparon ayer un suburbio de Nueva Delhi después de que cuatro personas resultaran muertas, medio centenar heridas y docenas de edificios fueran pasto de las llamas tras varias horas ole enfrentamientos entre las comunidades hindú y sij. Estos disturbios fueron provocados por una matanza de hindúes en el Estado de Flunjab, mayoritariamente poblado por sijs.
Extremistas sijs detuvieron el viernes un autobús de pasajeros en Muktsar -localidad de Punjab próxima a la frontera con Pakistán-, separaron a los sijs de los hindúes y asesinaron a tiros a éstos, 13 en total. Fue el más grave ataque: terrorista en Punjab habido en el último año, 31, junto a las condenas de los dirigentes políticos indios, provocó que se impusiera el toque de queda indefinido en la localidad. Incluso se reforzaron las; medidas de seguridad en el vecino Estado de Haryana, donde en los últimos tiempos ha habido manifestaciones aritisijs.Se pretendía evitar represalias por esa matanza, pero, finalmente, los disturbios estallaron en Tilak Nagar, un suburbio distante unos 15 kilómetros del centro de Nueva Delhi, donde sijs armados con espadas e hindués provistos de horcas de hierro se enfrentaron durante varias horas.
El Ejército ocupó la zona después de que los dos grupos ignora ran los, repetidos llamamientos a la calma de la policía y se persiguieran con saña en un área de unos 10 kilórrietros cuadrados, donde hubo cuatro muertos, alrededor de medio centenar de heridos y decenas de comercios, edificios y vehículos incendiados.
Estos enfrentamientos son los peores habidos en Nueva Delhi desde los que se produjeron en noviembre de 1984 con motivo del asesinato de Indira. Gandhi por dos sijs de su escolta. Entonces murieron 2.000 personas en la oleada de violencia antisij provocada por el magnicidio.
Los habitantes del barrio -hindúes que huyeron de Punjab debido al terrorismo de los sijs y sijs realojados tras las matanzas de 1984- dijeron que los incidentes comenzaron a primera hora de la mañana, cuando miembros de la organización extremista hindú Ejército del Dios Shiva apedrearon autobuses, pegaron fuego a un templo sij y asaltaron comercios. "Los hindúes empezaron a atacarnos como el día del asesinato de la señora Gandhi", dijo un sij.
Los sijs respondieron a las agresiones, y a media mañana unas 2.000 personas de ambas comunidades, incluidas mujeres, estaban combatiéndose por todas las calles del barrio. Espadas, tridentes de unos 30 centímetros de largo, palos, piedras y armas eran empleados contra los miembros del otro grupo.
La policía. empleó gases lacrimógenos y abrió varias veces fuego en sus intentos de poner fin a los disturbios. Hubo que llamar al Ejército, que impuso el toque de queda. Soldados en 'camiones y jeeps armados con ametralladoras recorrieron las calles, del suburbio mientras los legendarios gurjas tomaban posiciones para hacer frente a cualquier contingencia.
En la ciudad sagrada sij de Amritsar, en Punjab, también se decretó el toque de queda. En este Estado del noroeste de la India ayer hubo huelga general para protestar contra el suceso del viernes, convocada por todos los partidos políticos.
La matanza del viernes se produjo al día siguiente de que se cumpliera el primer aniversario de la firma del acuerdo para pacificar Punjab suscrito entre el primer ministro, Rajiv Gandhi, y los líderes del Akali Dahl, un partido nacionalista sij moderado. Con el acuerdo se pretendía poner fin a disputas sobre límites del Estado y sobre el control de las aguas y dar a los sijs una mayor autonomía. El aniversario había pasado sin pena ni gloria al estar aún pendiente de hacerse efectivas numerosas provisiones.
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