Querella contra los tres policías acusados de la desaparición de 'El Nani'

La Asociación contra la Tortura, colectivo cívico de carácter progresista, se ha querellado contra el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez y los inspectores Victoriano Gutiérrez Lobo y Francisco Aguilar González, presuntamente implicados en la desaparición de Santiago Corella, alias el Nani. Asimismo, la querella se efectúa contra el comisario Emilio Ballesteros, que era jefe de los tres anteriores el 12 de noviembre dé 1983, cuando El Nani fue interrogado en las dependencias policiales de la Puerta del Sol, de Madrid. La Asociación contra la Tortura, mediante esta querella, ejercita la acción popular en el sumario sobre la desaparición de El Nani.

La querella, que fue presentada el martes, señala en la relación de los hechos que la han motivado que Santiago Corella "fue detenido en su domicilio de Madrid por funcionarios" policiales, "entre los que se encontraban, al parecer, los tres primeros querellados". Asimismo, fueron detenidos la mujer de Corella, sus tres hermanas y Ángel Manzano, amigo de El Nani.

"Todos los detenidos fueron objeto de malos tratos por alguno o todos de los tres primeros querellados, que les interrogaron, siendo de destacar las torturas padecidas por Ángel Manzano, que motivaron, una vez puesto en libertad, su ingreso en el hospital Provincial aquejado de múltiples lesiones en cara, tórax y abdomen, teniendo que ser operado", añade la querella. "Algunos de los detenidos escucharon cómo en la tarde del día de autos [12 de noviembre de 19831 una voz decía: 'Canta, Nani, canta', mientras se oían otrasvoces y sollozos", agrega la denuncia refiriéndose al interrogatorio que sufrió Corella.

Cruz y RIP

La denuncia se amplía al comisario Ballesteros por entender la Asociación contra la Tortura que "los tres primeros querellados se encontraban bajo su mando directo, siendo responsable de su actuación".

Por otra parte, el letrado José Antonio Sanz Grassa, abogado de los familiares de Corella, manifestó ayer en declaraciones a Antena 3 que, "por las pruebas que hay ahora mismo, Santiago Corella murió en la Dirección General de la Seguridad". Entre las pruebas que Sanz Grasa estima como "evidentes" se encuentra el que en "el libro de detenidos que existe en los calabozos de la Dirección General de la Seguridad, junto al lado del nombre de Santiago Corella aparece una cruz, las siglas RIP y otra cruz detrás. Esa cruz está tachada con lápiz, borrador y tipex. Además, en las propias fotocopias se nota que ésa parte de RIP está oscurecida, signo evidente de que alguien le dio por fallecido".

Según la versión policial ofrecida en su día, Corella fue trasladado desde la brigada a un descarnpado, donde desapareció tras brirlar la vigilancia policial.