Cuatro reclusos jóvenes retuvieron más de seis horas a dos funcionarios de Carabanchel

Cuatro reclusos del Centro Penitenciario de Jóvenes de Carabanchel lograron el sábado, poco antes de las once de la noche, retener a dos funcionarios del citado establecimiento, situado dentro del complejo de la prisión provincial, que fue rodeada por miembros de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO). Los reclusos amenazaron a los dos funcionarios -uno de ellos, el jefe de servicios- con unos cuchillos y exigieron que les fuera facilitado un automóvil y dos pistolas para huir. Hacia las 5.30 fueron reducidos por un inspector de policía y un funcionario de prisiones.

Uno de los funcionarios de la primera galería fue llamado, minutos antes de las once de la noche, desde una celda por sus dos ocupantes, que afirmaban estar enfermos. Armados con unos cuchillos hechos con los mangos de unos cazos de cocina, estos dos reclusos lograron apoderarse del funcionario y del jefe de servicios, que, por la noche, acompaña al funcionario en caso de que tenga que abrir una celda.Los reclusos, a continuación, abrieron una segunda celda en la que espetaban otros dos jóvenes, también armados. Un funcionario del centro manifestó que dos de los reclusos que se encontraban en estas celdas tenían asignadas otras, por lo que, al preparar la huida, debieron cambiar sus puestos con los habituales ocupantes.

Los cuatro reclusos amotinados son, según informaron fuentes penitenciarias a la agencia Efe, Angel Rodríguez Muñoz, Ricardo Lairado, Alfonso Gil y Manuel Merino. Estos cuatro jóvenes, en unión de los dos funcionarios retenidos, lograron llegar hasta la oficina, desde donde se dominan las cuatro galerías del centro, en las que hay 370 reclusos.

Dada inmediatamente la alarma, acudió al centro penitenciario Andrés Martínez Arrieta, titular del Juzgado de Instrucción número 11, que se encontraba de guardia, en tanto la dirección del centro solicitaba la intervención de la policía. Los GEO rodearon la cárcel mientras se iniciaba una tensa negociación.

Pidieron un automóvil

Los reclusos, que se habían apoderado de las llaves que había en la oficina, exigieron que se les entregara un automóvil y dos pistolas para darse a la fuga. Según informó uno de los funcionarios del centro, al parecer se les hizo creer a los reclusos que se aceptaba su petición de un vehículo. Fue precisamente sobre las 5.30 cuando tres de los cuatro reclusos salieron al patio donde estaba el vehículo, tal como ellos habían pedido, cuando un inspector de policía y un funcionario de prisiones les cortaron la retirada. El cuarto recluso, al ver abortada la fuga, decidió entregarse, según las mismas fuentes.Acabado el motín, los cuatro reclusos prestaron declaración ante el juez, quien ordenó su traslado al centro penitenciario de Teruel.

La Unión de Funcionarios de Instituciones Penitenciarías (UFIP) hizo ayer público un comunicado en el que protesta por Ia desprotección, falta de medios materiales y humanos e inseguridad" con que desempeñan su trabajo.

Asimismo, la citada organización solicita la tipificación en el Código Penal de la figura del delito de secuestro del funcionario de prisiones en acto de servicio, "por ser este hecho tan repetido últimamente en nuestras prisiones". La UFIP pide, por último, al Ministerio de Justicia que se cree una comisión conjunta dirección general- sindicatos de funcionarios para buscar soluciones que acaben con este tipo de situaciones en las cárceles españolas, y denuncia lo que considera una "progresiva pérdida dle autoridad de los funcionarios dle prisiones".