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Alrededor de 200 familiares de militares, hospitalizados por intoxicacion alimentaria en Madrid y Burgos

Cerca de 200 personas, en su mayoría hijos y esposas de militares del Ejército del Aire, se encuentran hospitalizados en el hospital del Aire de Madrid y en centros sanitarios de Burgos a consecuencia de una intoxicación alimentaria producida por la ingestión de mahonesa en malas condiciones. Dado el alto número de intoxicados, algo más de un centenar de ellos fueron trasladados en avión desde Burgos a la base de Torrejón de Ardoz, y de ahí hasta el hospital del Aire. Todos ellos parece que se encuentran fuera de peligro.

Entre los hospitalizados se encuentran tres tenientes, un comandante y las esposas de tres capitanes, todos ellos del Ejército del Aire. La mayoría de los enfermos son hijos de militares, entre ellos la hija de un general de brigada, de nombre Marta. Hay también algunos civiles.La intoxicación se produjo, presuntamente, en una comida celebrada el pasado martes en unas instalaciones que el Ejército del Aire tiene en Villafría, en las cercanías de Burgos. Las instalaciones sirven de campamento en los meses de verano y se utilizan también para el aprendizaje de vuelo sin motor y prácticas de paracaidismo. En el campamento se encontraban también varios miembros de la Guardia Real, precisamente haciendo prácticas de esta última modalidad.

Uno de los platos de la comida del martes era un cóctel de gambas, en el que se ha detectado la presencia de la bacteria salmonella, según informaron a este periódico fuentes que prefirieron no ser identificadas.

Al parecer, los primeros síntomas de la intoxicación no comenzaron hasta el miércoles y el jueves. Este último día, vecinos de la zona donde está situado el hospital del Aire, en la calle de Arturo Soria, observaron alarmados el constante trasiego de helicópteros, que aterrizaban en el patio del colegio Nuestra Señora del Loreto, muy cerca del hospital, adonde eran llevados luego en ambulancia. Un vecino de la zona precisó: "el jaleo fue tan mayúsculo, entre las cuatro o las cinco de la tarde, y hasta casi las once de la noche, que al principio pensamos que podría tratarse de otro atentado o de un accidente grave que hubiera afectado a muchas personas".

Aunque no ha podido ser confirmado oficialmente, parece que el traslado de los aproximadamente 100 enfermos que fueron conducidos a Madrid se hizo en avión desde Burgos hasta la base aérea de Torrejón de Ardoz. Los helicópteros utilizados posteriormente para el viaje hasta el hospital fueron los denominados Superpumas, con capacidad para trasladar hasta a ocho personas en cada viaje.

Un portavoz de la dirección del hospital del Aire se negó ayer a hacer comentarios sobre la noticia, y aconsejó esperar al lunes para recabar mas información. Otras fuentes del hospital sólo confirmaron que había muchos ingresados, pero que no eran soldados, como se pensó al principio, sino alumnos civiles. Tampoco en el gabinete de prensa del Ministerio de Defensa se pudo localizar a nadie que pudiera facilitar datos sobre las causas y el alcance de la intoxicación.

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Deshidratación

La madre de uno de los jóvenes ingresados en el hospital del Aire, una mujer joven, que se encontraba el sábado en la puerta del centro esperando la hora de visita, declaró que la intoxicacion no había tenido demasiada importancia y que los jóvenes habían sido atendidos perfectamente y trasladados con todas las comodidades asistenciales posibles. El joven lleva tres días ingresado, desde el jueves al sábado, y posiblemente será dado de alta mañana, lunes.Otras fuentes señalaron, sin embargo, que aunque ninguno de los pacientes corre peligro grave, cuando llegaron tenían un aspecto bastante preocupante". Hasta ayer han sido dadas de alta unas 15 personas, y cerca de 90 permanecen ingresadas.

La madre del joven atendido declaró que los síntomas que presentaba su hijo eran diarreas, fiebre y el consiguiente peligro de deshidratación. "A los muchachos les ha afectado mucho la enfermedad", afirmó la mujer, "sobre todo porque ha supuesto la suspensión de los cursos de vuelo sin motor y paracaidismo que estaban haciendo. Están muy deprimidos".

Los síntomas de diarrea, vómitos y peligro de deshidratación eran comunes a todos los enfermos ingresados. Vecinos de la zona que observaron por casualidad el paso de los enfermos al hospital indicaron que muchos de ellos eran transportados en camillas, mientras se les continuaba aplicando suero, principal precaución contra la deshidratación.

Alrededor de 90 personas fueron atendidas en un centro de Burgos, aunque ayer no fue posible saber si se trata de un hospital civil o militar. Tampoco se pudo conocer la evolución de los pacientes y cuántos de ellos permanecen aún hospitalizados.

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