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"Estad tranquilos, que ya no queda nada para vernos"

El capitán José Luis Pecifia telefoneó a las pocas horas de su liberación a su casa de Bilbao para hablar con sus hijos. "Estad tranquilos, que ya. no queda nada para vernos,", les dijo. A las 8.30 horas de ayer las autoridades nigeriarias hicieron llegar a la prisión ole Port Harcourt la autorización para. su liberación.En su conversación telefónica el capitán excarcelado se interesó por la marcha de la vida familiar y se mostró emocionado por su vuelta.

Desde que llegó a Lagos, Peciña ha permanecido en la Embajada de España junto con su hija Teresa, de 26 años, y su mujer, Teresa Ruiz de Gordejuela. La madre habló con sus tres hijos: Ana, de 24, María del Mar, de 23, y Koldo, de 10, que esperan en Algorta (Vizcaya) la llegada de su padre.

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El capitán Peciña llegará el lunes a Madrid, tras salir en libertad de la prisión nigeriana de Port

María del Mar Peciña explicó que su padre se encontraba "fenomenal y muy animado". Aunque reconoció que el estado psíquico del capitán había decaído peligrosamente a causa del retraso de la resolución de la sentencia que pesaba contra él.

Sobre la posibilidad de organizar una fiesta de bienvenida para el que ha permanecido preso en Nigeria dos años y un mes, María del Mar comentó divertida que "bastante fiesta es para él regresar a casa". La familia Peciña no se desplazará a Madrid, "porque están aquí los abuelos que están muy mayores para viajar", explicó María del Mar. "Además, el gasto de los billetes no vale la pena para unos minutos" añadió.

Los medios de comunicación, los familiares y los conocidos no han dejado de interesarse por las novedades sobre el capitán del Izarra desde que el jueves por la mañana se conoció su inminente regreso.

"La noticia nos ha producido tanta alegría que todavía no nos lo acabamos de creer", agregó Ana, otra de las hijas del capitán Peciña. "No nos ha dado tiempo a reaccionar", dijo. José Luis Peciña llegará el lunes por la mañana a Madrid, desde donde viajará en el primer vuelo hacia Bilbao.

Ana Peciña, visiblemente emocionada, mostró su convencimiento de la inocencia de su padre, acusado en su día por las anteriores autoridades de Nigeria de contrabando de petróleo y condenado inicialmente a muerte por este delito. Posteriormente, esta pena le fue conmutada por 25 años de prisión.

En este sentido añadió Ana Peciña: "Mi padre ha sido acusado y ha cumplido prisión por algo que no ha hecho" "Es inocente", dijo.

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