El 80% de los que alquilan veleros en vacaciones es de Madrid
Los madrileños se encuentran a la cabeza del ranking en alquiler de veleros. El 80% de las 2.000 personas que anualmente se convierten -durante unos días, una o dos semana- en tripulantes es de Madrid.El alquiler de barcos de vela no es, desde luego, la forma más tópica ni la más barata de veranear, pero hace 10 años apenas se conocía.
El placer de lo lejano, costa y mar, parece ser una de las razones de los madrileños para su elección. Y es que hay notas que acompañan la elección del velero: la práctica habitual de algún deporte durante el año y un turismo marginal en verano que pasa por expediciones, vuelo sin motor, trekking, cruzar el desierto en Land Rover, submarinismo o las rutas a caballo.
De lo que se trata, sobre todo, es de huir de los viajes repletos de horarios, paisajes con figuras y folletos; todo con un punto de mira: la aventura.
Doce metros de eslora.
Además, para Luis Garrote, de la Escuela de Crucero Alcali, se trata de un especial tipo de gente, que define como "tolerante, sin ideas políticas ni sociales concretas, sin radicalismos", y que sintetiza en una ausencia: "no hay tipos mitineros".El hecho tiene su importancia, porque siete personas, una semana, en 12 metros de eslora y cuatro de manga -superficie del barco más utilizado-, podrían dar lugar a todo tipo de relaciones.
Contra las estadísticas, normalmente no surgen problemas, y los marinos, eso sí, se enfrentan al aprendizaje de: subir y bajar velas, trazar rumbos y llevar el timón. Se sigue riguroso turno para la limpieza y la preparación de las comidas.
Los navegantes estivales no suelen sobrepasar los 40 años y ejercen profesiones liberales o son estudiantes. Las mujeres han accedido a este deporte, y, como alarde, se señala que "a veces pandillas sólo de chicas se atreven a alquilar un velero".
Los itinerarios más frecuentes son Ibiza, Mallorca, Túnez, Menorca, Cerdeña y Córcega, aunque la posibilidad de que la tripulación decida ruta y destino siempre está abierta. En el precio, de 25.000 a 70.000 pesetas, se incluye normalmente el alquiler del barco, patrón y seguro, pero no la comida ni el combustible.
Alto coste económico
El segundo protagonista de la aventura es el patrón. Para quienes han comprado un barco, alquilarlo, chartear, se ha convertido en una solución. Mantener un velero después de los seis o 12 millones de adquisición tiene un alto coste económico y otro añadido: encontrar tripulación.El responsable de Viajes Vincit entró en contacto con un doctor en químicas, licenciado en farmacia, funcionario, patrón y propietario de un "barco auténtico". Ajeno al último grito de fibras y aleaciones, este velero procede de un astillero asturiano y responde al oficio de los carpinteros de ribera de hace 200 años: teca para cubierta e interiores, pino Oregón para casco y palo y roble para la cuaderna.
Otra modalidad es alquilar los barcos de las compañías navieras, sin patrón. Las excursiones se suelen hacer entonces más breves, de dos o tres días. Hay que contar con el título de patrón deportivo de litoral o patrón de yate, expedidos por la Dirección General de la Marina Mercante.
Para su obtención es necesario mes y medio de clases teóricas si se quiere ser patrón deportivo, y dos meses y medio para el título de patrón de yate, más la acreditación de 75 días de navegación.
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