AIzaga inicia la travesía del desierto

La decisión del presidente del Congreso de los Diputados de no incluir el nombre de Óscar Alzaga en la lista de los líderes políticos que deben ser consultados por el Rey significa el primer paso de lo que indudablemente será una dura travesía del desierto para los democristianos. Animado por el ejemplo de Adolfo Suárez y su Centro Democrático y Social, Alzaga está ahora dispuesto a iniciar esta travesía, según ha manifestado privadamente.

El previsible goteo de militantes del Partido Demócrata Popular hacia Alianza Popular en comunidades como Castilla y León, Cantabria o Baleares será una de las estaciones más duras en el víacrucis de Alzaga, quien precisamente en estos días de prueba conmemora el cuarto aniversario de la creación del PDP, a mediados de julio de 1982.

Alzaga, que ayer envió una carta a Fraga expresando su disposición a entrevistarse con él a finales de este mes, se muestra perfectamente al tanto de que la respuesta de AP ante su pase al Grupo Mixto será dura: no puede desconocerse que los aliancistas cuentan con resortes suficientes para devolver el golpe.

De momento, cuatro parlamentarios autonómicos democristianos de Castilla y León han pasado ya al partido de Fraga, y todos especulan con la posibilidad de que el presidente de AP tiente al posible candidato del Partido Demócrata Popular para la presidencia de la Junta castellano-leonesa en las próximas elecciones de 1987, Rodolfo Martín Villa, para que dé un paso semejante.

Escaso entusiasmo

Aunque Rodolfo Martín Villa se ha mostrado muy cauto en sus declaraciones, consta su escaso, entusiasmo ante el ingreso de los parlamentarios de su partido en el Grupo Mixto. Pero también consta la escasa simpatía mutua entre Martín Villa y Fraga y, además, la ambición del primero de convertirse en presidente del Gobierno castellano-leonés sería difícilmente satisfecha en el seno de Alianza Popular, que ha prometido a su secretario general adjunto, José María Aznar, encabezar la candidatura para el puesto.

Muy diferente es el caso del hasta ahora portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Madrid, José María Álvarez del Manzano, cuyo enfrentamiento con la dirección del Partido Demócrata Popular parece ya irreversible tras haber sido sancionado por el comité de disciplina del partido. Álvarez del Manzano tenía indudables aspiraciones a convertirse en el candidato popular a la alcaldía madrileña, aspiraciones que se ven seriamente comprometidas con la ruptura del PDP con Alianza Popular.

El propio presidente del Partido Liberal, José Antonio Segurado -otro de los nombres que se han barajado como posibles candidatos de Coalición Popular a la alcaldía madrileña-, admitió ayer que los primeros días de septiembre serían una fecha ideal para designar a los jefes de lista para las elecciones municipales en Madrid y Barcelona. El casi seguro trasvase de Álvarez del Manzano del Partido Demócrata Popular a Alianza Popular no será, sin duda, por completo ajeno a esta próxima designación.